This entry is part 67 of 118 in the series PCT Relato Completo

Distancia: 20 m / 33 km. Acumulado: 1766 m / 2842 km

Seiad Valley, pequeño como es, tiene cierta fama en el PCT y hasta en las guías de viajes por ser hogar del «Pancake Challenge». Esto consiste en una tradición del bareto según la que, quien acepte el reto, tiene que conseguir comerse cinco pancakes; si lo consigue, le salen gratis.

Parecería fácil; sobre todo, para un thru-hiker y, más aún, para un thru-hiker entusiasta de los pancakes (¡yo!!!) pero el truco es que los pancakes estos son de medio kilo cada uno. Tengo claro que prefiero disfrutar del desayuno que padecerlo, es un tema demasiado importante para andar jugando. Pido pancakes pero sólo dos… más huevos, hash browns y todo el acompañamiento habitual; pero sin retos. Me lo como todo, eso sí.

Mike sale enseguida; Smiley se toma la mañana de descanso y Blue Suit necesita esperar a mañana para que abra la oficina postal (hoy es domingo). Yo salgo tarde pero sin pausa.

Como no podía ser de otra manera, después de tanto bajar, ahora hay que subir, y mucho: desde los 400 m. de Seiad hasta unos 1800 pero, como suele ser en el PCT, nada traumático: muchos zigzags y poco a poco. La subida no es vía valle largo, como el descenso de ayer, sino directa por ladera y va ofreciendo vistas amplias del valle del Klamath.

El río Klamath en Seiad Valley

Y se va nublando. Extraño, porque son nubes de tormenta, o eso parecen, pero se empiezan a juntar por la mañana, lo que parece que hace inevitable el chaparrón.

Pasado el límite práctico del poison oak y ya cerca de una nueva cresta, el cielo está negro y empieza a gotear. Por supuesto, basta con parar para proteger la mochila y a uno mismo para que cese la lluvia, que no el nublado, que seguirá ahí todo el día. Por lo menos, no hace calor.

Al rato, alcanzo a Mike y ya camino con él el resto del día. El sendero se mantiene en la cresta o muy cerca de ella, aunque las vistas siguen un tanto chafadas por el humo de los incendios pero tenemos ocasión de volver a ver Shasta, ya bastante lejos pero aún impresionante, destacando sobre todo el universo circundante con su perfecta forma de pirámide.

Ya casi nos habíamos olvidado del asunto del cierre del sendero (ya estamos bien fuera de Marble Mountain Wilderness) pero, al llegar a un collado donde el PCT se cruza con una pista, encontramos un cartel que anuncia que el sendero está cerrado a partir de ahí… es decir, hacia Seiad. ¿Significa esto que, ahora sí, estamos ya en situación legal? Francamente, después de haber visto (o, mejor dicho, no visto) los incendios, me da bastante igual.

Cierres gratuitos

Parecía que el tiempo iba mejorando pero, a última hora, se vuelve a torcer y tenemos que afinar bien para acampar a cubierto. Mike tiene una tienda a prueba de bombas pero yo debo buscar abrigo de los elementos: hace viento, frío y chispea por momentos. Escondo el tarp entre los árboles, preparado para lo que le pueda caer que, al final, no es casi nada.

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