Caminar para viajar. El mundo a escala humana

Previa

Viajar a pie con armadura

A estas alturas, cuesta hablar de un viaje más sin repetir lo de siempre; y, sin embargo, hay hechos diferenciales que hacen que sea éste y no otro; que sea ahora y no en otro tiempo.

Había un plan para el verano de 2011 que se hizo añicos al mismo tiempo que mi húmero derecho, allá por primavera. Afortunadamente (siempre hay un lado positivo), un brazo roto no impide caminar pero sí llena la vida de incertidumbres y preguntas con respuestas inconcretas sobre cómo, cuándo y en qué condiciones se podrá recuperar la normalidad, donde el concepto de «normalidad» va más allá de la vida urbana.

No era momento para hacer grandes planes ni para adquirir compromisos; por lo mismo, era el momento de ser flexible y buscar una idea con la que poder improvisar. No hubo que pensar mucho: la Alta Ruta Cantábrica llevaba tiempo esperando su momento y parecía claro que era éste.

Planteamiento

El de costumbre: caminar por las montañas, siempre adelante y visitando la civilización humana lo justo. Pasando en la naturaleza los días y las noches como parte inexcusable de la experiencia.

Más en concreto, la idea es seguir en lo posible la línea de la divisoria de aguas cantábrica. No hay una ruta establecida ni vamos a hacer el esfuerzo de planificación previo de diseñar una, así que el viaje se irá construyendo sobre la marcha en torno a esa idea general. Tampoco habrá planificación previa de etapas ni de puntos de reaprovisionamiento; ni siquiera un objetivo espacial concreto, ni ambicioso ni modesto: caminaremos sin más intención que ir recorriendo la cordillera, sin urgencia, sin plantear retos pero con determinación. Llegaremos hasta donde el tiempo dé.

Planificación

Con lo dicho arriba, la planificación, la pobre, se ha quedado en casi nada: reunir los mapas necesarios, planear a grandes rasgos la vuelta a casa para poder apurar el tiempo en ruta, si se tercia, y poco más. Bueno, vale… he echado buenos vistazos a los mapas, he imaginado por dónde ir o por dónde no… he curioseado por la red para tener alguna pista de por dónde va la gente; especialmente, en las zonas que no conozco y donde los mapas no me pintan ninguna raya. Y he pasado un buen rato (valga el doble sentido) imaginando y creando expectación.

La parte de equipamiento y dinámica de viaje está ya más que cubierta por la experiencia pasada. No es que no le dediquemos atención: es que, esencialmente, es lo de siempre. Es una «rutina» (de las que no nos matan).

Consideraciones sobre el planteamiento

Viajar sin un plan concreto y sólo con una idea (esta sí, concreta) es una opción con atractivo intrínseco. Casa muy bien con la idea de la ausencia de objetivos físicos concretos: llegar a tal sitio, en tal fecha… normalmente, tener dichos objetivos aconseja planificar la ruta un poco más o, según el caso, mucho más. No pretendo tomar partidos ni decir qué es mejor; ni siquiera qué me gusta mas. Plantear retos y planificar cómo cumplirlos es también muy enriquecedor y, personalmente, me gusta. Es lo que suelo hacer cuando viajo en solitario, quizá porque el compromiso requerido suele ser más estricto y es más sencillo alcanzar un compromiso sólo con uno mismo que hacerlo, además, con alguien más. Esta vez, seremos dos y la opción será viajar con la libertad de saber que ¡no hay reglas! Las haremos sobre la marcha.

Psicológicamente (porque creo que es más psicológico que físico), contamos con el cierto grado de suficiencia que da el viajar «en casa», donde todo es o parece más predecible. En realidad, quizá algo de físico sí que tenga también… en cualquier caso, cuidaremos de no apagar nuestra capacidad de sorpresa y caminaremos convencidos de que el viaje, como de costumbre (como no puede ser de otra forma), nos expondrá a lo inesperado, nos pedirá ciertos esfuerzos y nos aportará mucho más que todo lo que pudiéramos dar.

Mapas

Sobra decir que, no siendo una ruta establecida, no existe un conjunto de mapas específico que la cubra. Más aún, la cartografía de ámbito recreativo es escasa y se reduce a unas pocas zonas (Somiedo, Peña Ubiña y Fuentes Carrionas). Para el resto, lo único que hay es el IGN y sus series 1:25.000 y 1:50.000, con sus conocidas fortalezas y carencias: la representación cartográfica es buena pero no tanto la de los caminos, que se suele quedar muy corta ante la realidad del terreno. En general, no contienen información específica para uso senderista o montañero y, en el mejor de los casos, hay que deducirla de las indicaciones generales.

Haciendo uso de lo que hay disponible, la lista de mapas para recorrer la ARC entre Leitariegos, en el oeste, y Reinosa, en el este, queda como sigue: los mapas a 1:50.000 del IGN llevan sólo el número de cuadrante; los de escala 1:25.000, el número de cuadrante y el de sub-cuadrante (permítaseme el palabro). El resto, el nombre completo.

General:

  • Cordillera Cantábrica – 1:200.000 – IGN

De oeste a este:

  • 101 I
  • 76 III
  • Parque Natural de Somiedo – 1:60.000 (detalle a 1:30.000) – Adrados Ediciones
  • 77 III
  • 77 IV
  • Macizo de Peña Ubiña – 1:25.000 – Adrados Ediciones
  • 102 II
  • 103 I
  • 78 III
  • 78 IV
  • 79
  • 80
  • 81 III
  • 81 IV
  • 82
  • Montaña Palentina – 1:50.000 – IGN

Todo ello para un total de 453 gr. La mayor parte de los mapas van recortados para evitar cargar con trozos que no sirven de nada. Iremos enviando los mapas usados para casa en la medida en que encontremos oficinas postales por el camino.

Material

Como de costumbre, es casi todo lo de siempre; pero, también como de costumbre, hay algunas cosas distintas. En este caso, el hecho de ser dos impone ciertos cambios obvios; además, hay algunas piezas de material nuevas y, cómo no, interesantes (si no, no estarían aquí). Comento a continuación; por lo demás, pego aquí la tradicional lista de material; es casi siempre lo mismo pero es, así, accesible desde la propia presentación del viaje.

Acampada: Golite Hex 3

La Hex 3 es ya una veterana y vieja conocida pero, a pesar de ello, es la primera vez que la usamos para el largo recorrido a pie.

Hex 3

Su único punto negativo significativo es que nos aleja un poco del paradigma ultraligero pero lo hace a cambio de las excepcionales prestaciones de un sistema de acampada modular y mejorado con respecto a su versión original.

La Hex 3, a pesar de su nombre (o, quizá, gracias a él), es idónea para dos personas y sus bultos. Es amplia y cómoda. Gracias a su forma piramidal, ofrece un perfil muy aerodinámico ya que concentra la mayor parte de su área cerca del suelo, donde la fuerza del viento es menor: es, por ello, una tienda muy resistente y sólida en condiciones adversas. Es fácil de montar aunque requiere cierta práctica para poder hacerlo bien a la primera. Es compacta en el almacenamiento. Su carácter modular permite prescindir de los elementos que no se necesiten como, por ejemplo, en este caso, el mástil, para el que usaremos los bastones de caminar (que llevamos de todas formas).

En el capítulo de mejoras hechas en casa, el faldón de red le permite ser a prueba de insectos y el suelo ligero (copia exacta del original en materiales más livianos) permite ahorrar un peso considerable.

En el apartado de consideraciones que tener en cuenta (me resisto a decir «negativas»), el carácter monocapa la hace propensa a la condensación aunque el espacio amplio y la inclinación de las paredes hacen de esto un problema menor. La resistencia al viento depende en buena parte de lograr una geometría correcta en el montaje, lo que requiere cierta práctica y atención. Esta tienda, además, depende netamente del buen anclaje de sus seis piquetas principales, lo que puede requerir atención extra en suelos sueltos.

Chaqueta impermeable: ZPacks CloudCover

Material constructivo moderno y técnica de uso más bien «retro» para una prenda donde lo más sorprendente es el peso: 83 gramos.

ZPacks CloudCover: la auténtica chaqueta de plástico

La chaqueta CloudCover de Zpacks está fabricada íntegramente en Cuben Fiber en su versión de 0.74 oz/sqyd (25.4 gr/m2). Cuenta con cremallera frontal completa resistente al agua, sendas cremalleras axilares para ventilación, capucha y visor semi-rígido. Tiene una única talla que corresponde aproximadamente con una típica L.

Cuben es, esencialmente, un sandwich de plástico reforzado por una trama discontinua de material textil de alta tenacidad en un intento por lograr lo mejor de ambos mundos, textil y plasticoso: ligereza, resistencia y porosidad cero.

La impermeabilidad es de doble sentido: de fuera hacia dentro y viceversa. Es decir, no transpira ni lo pretende. Supone una evidente ruptura con la ortodoxia actual en prendas impermeables cuyo alcance y razón de ser comento en un apartado específico en la sección de Técnica y Material: el paradigma de la impermeabilidad.

Además del empleo de materiales ligeros, la chaqueta está pensada para ser lo más ligera posible también en el diseño, absolutamente espartano. No tiene ni un sólo extra ni nada más que lo comentado un par de párrafos más arriba. Su extraordinaria marca en peso no es casual ni exclusivamente gracias a la tecnología.

El reducido peso es siempre bienvenido pero especialmente importante en una prenda que se va a pasar buena parte del tiempo en la mochila, donde tiene un efecto mayor sobre el esfuerzo realizado y unos efectos más importantes.

El uso de una prenda no transpirable requiere de un cierto ajuste funcional y, personalmente, me queda por ver si el resultado será satisfactorio en las condiciones esperadas. Tengo fe en que sí.

Especificaciones:

  • Material de construcción: Cuben Fiber 0.74 oz/sqyd (25.4 gr/m2).
  • peso: 83 gr.
  • precio: $165
  • Referencia: ZPacks

Altímetro: W Quechua 300

El que fue mi primer altímetro sigue funcionando; sigue convenciéndome por todo lo que me gustó en su momento así como sigue arrastrando la única pega que le he podido encontrar: que no es posible cambiar la pila sin equipo adecuado. Esto es, que lo tiene que hacer un relojero.

Lo que esto significa es: por un lado, que cuesta mucho dinero cambiar la pila. Por otro, que, si se gasta durante un viaje, es de muy difícil a imposible sustituirla sin interrumpir el viaje… en los pueblos de montaña no suele haber relojerías. Esto provoca que, en muchas ocasiones, haya optado por un cambio de pila previo preventivo, deshechando así una pila que podía no estar gastada y agravando, si cabe, el problema del precio del cambio.

Llevaba tiempo buscando un altímetro de pulsera que hiciera lo mismo que el que ya tenía y no tuviera esta pega y no lo encontraba. Aquí, el problema era otro: la mayoría de aparatos del mercado están severamente sobrecargados de funciones que no necesito ni quiero tener; necesito un aparato que mida la altitud y, además, me dé la hora y, como mucho, la temperatura. Y que tenga alarma. Nada más. No quiero brújula ni GPS, por no hablar de cronómetros, pulsómetros o taxímetros.

El caso es que, cuando encontraba uno así, un aparato simple, resultaba deficiente en alguna cosa. Es como si el mercado entendiera que, si quieres algo simple, es porque no te importa que sea malo. Parece que, si quieres calidad y prestaciones, es porque necesitas un maquinón sobredimensionado.

Quizá el Altimax de Suunto era la posibilidad perfecta pero, en mi opinión, y para lo que yo lo quiero, quedaba eliminado por el exagerado tamaño. Puede no importar para un día en la montaña pero no me parecía adecuado para un viaje largo en el que llevarlo puesto habitualmente.

Por fin, he encontrado un altímetro de pulsera que, a falta de contrastar su calidad, parece que cumple con todo lo que le pido y nada más; y resulta que viene de la poco prestigiosa casa Decathlon pero ha sido demasiado tiempo buscando sin éxito como para no darle siquiera una oportunidad. Por el momento, parece que funciona bien.

Cambiar la pila es fácil y barato. El aparato es bastante grande y, en ese aspecto, está al borde de lo que me parece aceptable pero, de nuevo, pasa el corte de la oportunidad. El diseño de las funciones peca de populista gracias a un cutre-gráfico que pretende representar el perfil altitudinal recorrido y que sirve para más bien poco que ocupar pantalla pero es un problema menor. Casi peor es el hecho de que no parece posible mostrar a la vez las tres funciones (hora, altitud y temperatura) que me interesa ver; sólo puedo elegir dos de ellas a un tiempo.

Por lo demás, la resolución del altímetro es tan buena como la de cualquier otro (1 metro) y su precisión, que es lo más importante, parece más que correcta. Se ha ganado una oportunidad.

Aunque no sea el criterio más importante, cabe mencionar que el precio es bastante atractivo sin llegar a ser sospechosamente barato.

Especificaciones básicas:

  • Tamaño: 4 cm de diámetro
  • Peso: 52 gr
  • Precio: 60 euros (en 2011)

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3 comentarios

  1. yo

    Bien, gracias, aunque hecho en falta la parte que más me conozco, espero que no se junte con la crónica de este año jeje.

    ¿Cómo llevas el diario de los días? ¿Mediante fotos, mapa y anotaciones puntuales?

    • Viajarapie

      No va a haber más ARC, por el momento. Eso fue todo. Supongo que haré/haremos un recorrido completo en el futuro pero, por el momento, no hay planes al respecto.

      Para el diario, uso, efectivamente, las fotos y los mapas como apoyo a la memoria, que es la fuente principal. Lo hago así siempre, incluso en las rutas largas, incluido el PCT, que fueron 5 meses y para el que sí llevé un diario en papel que escribía cada día (porque pensaba que con la memoria no me iba a bastar) y luego no usé para escribir el diario que publiqué aquí. No tengo una memoria especialmente buena pero creo que la clave de que me acuerde está en que se trata de experiencias a las que estoy muy conectado y que van a un ritmo lento que permite recordar los detalles. Las cosas que vivo de forma más laxa no las recuerdo igual, creo que la diferencia está ahí, en el grado de conexión con la actividad.

      Gracias por el comentario, un saludo.

  2. Dandy

    Me alegro que al final haya salido adelante esta publicación, la verdad es que lo merece sólo por ver esas fotos de paisajes, unos paisajes espectaculares con unas zonas preciosas para pasar la noche. Espero sacarle tiempo alguna vez para recorrerla.

    Un saludo!

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