Acceso / Sentido de marcha / Época / Mapas / Reaprovisionamiento / Combustible / Refugios / Rescate

Lo que sigue es la información que creo que me hubiera hecho falta a la hora de planificar el viaje. Está organizada en sentido norte-sur, donde ello tenga sentido. Sería sencillo aplicarla a un viaje de sur a norte, si hiciera falta.

Acceso

Hrauhafnartangi es el complejo nombre del punto de partida de esta ruta. Se suponía que era la puntita más septentrional de Islandia y algún aguafiestas dice que no sé qué otro punto está no sé cuántos metros más al norte pero, para el caso, da igual: Hrauhafnartangi es muy accesible, está a un kilómetro de la carretera 85 (a estas alturas, una pista de grava). Lo que no hay es transporte público. El autobús más cercano está en Raufarhofn, un pueblín a 8 km carretera abajo, al sureste.

Para llegar a Raufarhofn, hay un autobús que sale una vez al día (excepto sábados) de Akureyri: es la línea 79 de la red Straeto. El recorrido normal es entre Akureyri y Husavik; las paradas que quedan más allá (Asbyrgi, Kopasker, Raufarhofn, Thorshofn) requieren previo aviso con un mínimo de 4 horas antes de la hora de partida; en la práctica, hay que avisar el día anterior.

Autobús Straeto de la línea 79 dirección Raufarhofn

Llegar a Akureyri no debería ser problema pero, ya que estamos, comento las opciones típicas. La mayor parte de visitantes a Islandia llegarán en avión al aeropuerto internacional Keflavik, desde donde se acercarán hasta la capital Reykjavik, desde donde se puede seguir viaje a cualquier otro destino. Hay 50 km entre Keflavik y Reykjavik así que no se os ocurra coger un taxi, tendríais que empeñar el saco de dormir para pagar eso. El transporte es una de las cosas más caras en un país ya de por sí caro. Hay autobuses a Reykjavik que conectan con todos los vuelos internacionales, por intempestiva que sea la hora de llegada.

Una vez en Reykjavik, se puede viajar a Akureyri en autobús o en avión. El avión es más caro pero tarda menos de una hora y puede ser buen negocio si se consigue una tarifa barata (buscad billete con toda la antelación posible). Los vuelos salen del aeropuerto local de Reykjavik (cuidadín: no Keflavik), que está junto al centro de la ciudad.

El viaje en bus a Akureyri dura casi 7 horas aunque, con el paisaje islandés, eso puede ser más una bendición que un castigo. La línea 57 de la red Straeto cubre el trayecto. La salida en Reykjavik está en el intercambiador Mjodd, un tanto alejado del centro. Está más lejos que el aeropuerto local.

Se puede ir en bus también vía la ruta Kjolur, por el interior, aunque imagino que tardará más porque es una pista sin asfaltar. Hay viajes diarios a medio camino entre bus de línea y bus turístico. En Islandia, ésta es una línea fina, de todas formas.

Desde el otro extremo de la ruta en Skogar, es fácil: la línea Straeto 51 pasa todos los días hacia Hofn (este) y Reykjavik (oeste).

Sentido de marcha

Yo decidí caminar de norte a sur por razones tanto prácticas como emotivas.

En el lado práctico, terminar en el sur hace más fácil volver a Reykjavik (un par de horas de autobús) y Keflavik, donde estamos todos/as abonados/as a terminar para volver a casa. Empezar a caminar en el norte tiene la ventaja de que el terreno es más sencillo; desde el sur, empezarías con una subida de mil metros seguidos. Si estás en plena forma, esto puede tener una importancia escasa.

Una desventaja potencial de caminar de norte a sur es que los vientos dominantes son de sur a norte, es decir, tendrías el mal tiempo de cara. Luego te puede pasar como a mí y encontrarte con una semana entera de vientos del revés pero eso ya está en manos de los dioses…

En la parte emocional, resulta que yo siempre me había imaginado este viaje de norte a sur, porque sí.

A caballo entre práctico y mental, un recorrido de norte a sur deja las montañas más panorámicas para el final.

Época

La ventana para esta ruta es muy similar a la de los recorridos de montaña de las latitudes medias. En Islandia, la latitud toma el papel de la altitud y cierra la ventana durante unos 9 meses al año en los que el viaje, sin ser imposible, sería una historia fuera del alcance de este informe. A grandes rasgos, la ruta tal cual aquí descrita se puede hacer de julio a septiembre.

Al contrario que en las zonas de montaña de latitud media, en Islandia no hay problema de insectos al principio de la temporada. El problema principal es el deshielo, que llena los cauces, ya de por sí grandes, de los ríos y que puedo imaginar que dejará muchas zonas de arena/grava poco practicables hasta que se sequen un poco.

Hacia el final de septiembre, los servicios empiezan a cerrar y el invierno puede llegar en cualquier momento para ya quedarse.
Yo hice la ruta entre finales de julio y principios de agosto, una ventana de lo más estándar que funcionó bien.

Mapas (los de papel)

Utilicé mapas de la editorial Mal og Menning en escalas 1:100.000 y 1:120.000 de dos diferentes series: Serkort (Mapa Especial), una serie específica para senderismo que sólo está disponible para algunas zonas populares, y Atlaskort (Mapa Topográfico), una serie general disponible para todo el país. Al final, la representación era similar. La serie Atlaskort muestra las pistas y senderos con la misma precisión que los mapas Serkort. La única diferencia a favor de estos últimos es que venían impresos por ambas caras con un mapa a escala 1:50.000 de alguna zona de especial interés, además de información y fotos de alguna atracción local y de la fauna. Los mapas Atlaskort tienen una cara en blanco. No es una diferencia importante de cara al viaje.

Series Atlaskort y Serkort

Ambas series están impresas en papel de buena calidad, resiste bien el maltrato aunque no es resistente al agua, es importante usar algún tipo de porta-mapas. Son mapas grandotes que cubren mucho territorio y pesan bastante así que conviene llevar sólo las partes necesarias. Hay quien hace fotocopias en A4. Yo los corto:

Para llevar menos de la mitad del peso del mapa completo

Utilicé los siguientes mapas (ordenados de norte a sur):

  • Serkort 8: Akureyri, Myvatn, Dettifoss (1:120.000 / 1:50.000)
  • Atlaskort 21: Myvatnsoraefi (1:100.000)
  • Atlaskort 22: Kverkfjoll (1:100.000)
  • Atlaskort 16: Hofsjokull (1:100.000)
  • Atlaskort 15: Veidivotn (1:100.000)
  • Serkort 4: Landmannalaugar, Thorsmork, Fjallabak (1:100.000 / 1:50.000)

No son difíciles de encontrar. Yo los compré en The Map Shop.

Lo dejan bien claro quienes han caminado antes por Islandia, y estoy de acuerdo: la escala más adecuada es 1:100.000. No tiene utilidad usar mapas de más detalle en un territorio con tan pocos rasgos y, de hecho, puede ser incluso contraproducente porque quizá esa referencia que tienes visible en el terreno quede fuera de un mapa demasiado detallado. 1:100.000 es un buen compromiso.

Una cuestión importante y no siempre bien resuelta en los mapas es la representación de las infraestructuras; por lo que nos toca, especialmente, pistas y caminos. ¿Están todos los que son? ¿Son todos los que están? ¿Es la representación fiel al trazado? ¿Habrá diferencia entre los mapas orientados al senderismo/montañismo y los otros? Puedo confiar en que los mapas en un sitio como Islandia, con mucha tradición de actividad al aire libre, sean de buena calidad pero también soy consciente de que lo que hay que representar (terreno, rutas) tiene una idiosincrasia particular (pistas un tanto improvisadas, por ejemplo) y a priori era una incógnita. Ahora puedo contar que la representación de las infraestructuras es buena y es de fiar. Esto es muy importante a la hora de planificar sobre mapa, sea en casa o ya in-situ.

Una pega importante de estos mapas, los de ambas series, es que no tienen una cuadrícula UTM. Usan Latitud/Longitud, que sirve también pero es más incómodo de usar para compartir localizaciones entre personas o dispositivos. Lo peor de todo es que algunos de los mapas ni siquiera tenían una cuadrícula dibujada sobre el mapa, aunque sí tenían las marcas en los márgenes. Esto es un problema porque la cuadrícula pintada es fundamental para trabajar con la brújula sobre el mapa.

A los mapas a los que les faltaba, se la dibujé yo mismo, apoyándome en las marcas de los márgenes. Quedó bien pero fue un trabajo arduo.

Me da la impresión de que los mapas de ediciones más modernas eran lo que sí tenían cuadrícula pintada sobre mapa así que, si vas a comprar mapas de estos, procura que sean lo más modernos posible.

También llevé conmigo un mapa en papel de todo el país; concretamente, el de International Travel Maps a escala 1:400.000. Me gusta llevar un mapa que cubra áreas de interés más allá de la visión de túnel de los mapas detallados. Esto permite hacer planes de contingencia en caso de necesidad.

Mapa de área amplia para verlo todo

Nótese que la parte más septentrional de la ruta, unos 70 kms, no aparece en ninguno de los mapas listados, salvo el que cubre todo el país. Es un tramo pequeño que se puede hacer sin mapa si se usa la carretera 85, que es una pista sin apenas tráfico y muy bonita, casi todo el rato junto al mar. Quien quiera evitar la carretera tendrá que ir campo a través y para eso sí conviene un mapa en condiciones. Los de la serie Atlaskort números 19 (Oxarfjordur) y 29 (Langanes) cubren esa zona, que queda en la frontera entre ambos mapas. El 19 tiene pinta de contener toda la parte que sería necesario hacer campo a través.

Apps y cartografía digital

Lo más complicado fue encontrar cartografía digital decente. Esto sigue siendo un cierto misterio para mí… estaba usando Oruxmaps como app pero los mapas de Islandia accesibles desde Oruxmaps tenían muy poco detalle. Busqué por la red y no encontré nada decente, ni siquiera de pago. Finalmente, descargué AlpineQuest y, voilá, los mapas de Islandia accesibles desde esta app sí que tenían el detalle suficiente. Si alguien lo entiende, que me lo explique.

A la hora de dibujar mi ruta, de nuevo, el problema fue encontrar una aplicación que tuviera cartografía apropiada; en este caso, como se trataba de dibujar la ruta, lo más importante es que contuviera las pistas y senderos y que se pudiera trazar la ruta sobre ellos. Probé diferentes aplicaciones sin éxito hasta que di con gpsies.com. Los mapas que usa esta aplicación no tenían mucho detalle topográfico pero al menos las pistas y senderos estaban ahí.

Dibujé la ruta, exporté a GPX y la cargué en el smartphone. La ruta final que seguí se puede encontrar aquí.

Sólo necesité usar el GPS en una ocasión. Hacía bueno, había visibilidad y estaba siguiendo una pista troncal pero echaba de menos un cruce y eché mano del cacharro para verificar dónde estaba y que no me había pasado de largo. Al menos, me sirvió para comprobar que la cartografía digital que descargué vía AlpineQuest tenía bien representadas las pistas y que la ruta que dibujé también era fiel a lo que había en el terreno. A todo esto, no, no me había pasado; achaco el despiste a una representación equivocada en el mapa en papel (que, en general, estaba bien) pero creo que nunca lo sabré.

Reaprovisionamiento

Os lo cuento en sentido norte-sur…

El reaprovisionamiento es fácil en la sección norte de la ruta: hay tiendas en Kopasker (km 58), Asbyrgi (km 92) y Myvatn (km 175). La tienda de Kopasker estaba cerrada cuando pasé por allí (era pronto aún) así que no puedo comentar con detalle pero, vista desde fuera, parecía más que suficiente para un reaprovisionamiento completo. En Asbyrgi había un pequeño supermercado, tenía de todo, incluído combustible, tanto para hornillos de hidrocarburos pesados (líquidos) como gas, del que había bombonas varias, con y sin válvula. En Myvatn hay un supermercado de buen tamaño, había para elegir. Combustible también.

El supermercado de Asbyrgi

Pasado Myvatn, la cosa se complica. El siguiente sitio donde se puede conseguir algo es Landmannalaugar (km 492), que no sólo está a más de 300 km, es que tiene cuatro cosas, válidas sólo para un reaprovisionamiento de emergencia de cara al tramo final. Caminar directamente de Myvatn a Landmannalaugar representa el típico dilema: hace falta hacer muchos kilómetros para tardar lo menos posible y que el peso de la comida no se dispare pero, incluso así, hace falta cargar con provisiones para muchos días que ya pesan lo suyo. La ecuación se resuelve en modo ligero: llevar un equipo bien diseñado para pesar lo menos posible, caminar muchas horas cada día y llevar comida abundante para que no falte energía.

Alguien que lleve un equipo estándar (pesado) probablemente encontraría difícil completar la distancia diaria imprescindible para que no se le disparen los días necesarios, con lo que necesitaría aún más comida y se metería en una espiral de más peso, más tiempo de la que es difícil salir. En tal caso, probablemente es mejor idea buscar un punto medio de reaprovisionamiento a costa de necesitar un cierto desvío. Hay dos posibilidades: Askja y Nyidalur.

Ambos son destacamentos estivales en los que, imagino, la variedad será escasa. Hay quienes se auto-envían un paquete postal. En ambos casos, haría falta desviarse de la ruta directa, bien en modo ida y vuelta o de forma lineal, que sería algo más largo pero daría más continuidad al viaje. Askja es una opción atractiva por el propio lugar pero requiere un paso de montaña que a finales de julio aún tenía mucha nieve, según me contó otro caminante. Nyidalur también necesita un paso de montaña pero creo que es más sencillo.

Una vez en Landmannalaugar, debería ser ya fácil. Allí se pueden comprar algunas pocas cosas. 45 km más allá hay una tienda (creo que bastante maja) en Thorsmork, desde donde sólo quedan 25 km más para llegar a Skogar y el final de viaje.

No comprobé si era posible reaprovisionar en Skogar. Había una tienda de souvenirs y un par de restaurantes.

Combustible

Utilicé gas butano/propano, como de costumbre. Con una bombona pequeña, me sobró. De hecho, me sobró más de la mitad. Cocinaba siempre la cena y, en el tramo más largo entre provisiones, cociné también el desayuno, siempre con fuego bajo y pantalla.

La bombona la compré en Akureyri. Encontré bombonas compatibles en Asbyrgi (km 92) y Myvatn (km 175) pero en ninguno de los dos sitios tenían el tamaño pequeño.

En ambas tiendas tenían hidrocarburos líquidos. No sé si tenían alcohol de quemar, aunque tengo entendido que, en general, no es difícil de encontrar en Islandia.

Refugios

Hay unos cuantos refugios de uso público en esa sección de la ruta; concretamente, Botni (km 224), Dingjufell (km 245) y Kistufell (km 295). Pasé una noche en Botni y paré para comer en Dingjufell.

Botni

Son todos ellos iguales: sin guardar pero atendidos. Equipados con un quemador de gas, utensilios de cocina y estufa de gasolina. Las provisiones las pone cada cual. Tienen dos filas de literas con capacidad para 16 personas. Hay mantas. La fachada exterior es metálica pero por dentro están forrados de madera, lo que les hace muy cálidos, incluso sin encender la estufa. Tienen un amplio vestíbulo que viene muy bien para las cosas mojadas o sucias. Hay una letrina en el exterior.

Encender la estufa no es sencillo, hay varias llaves de paso que abrir y un orden concreto en el que hacerlo. Yo sólo no habría acertado y no vi instrucciones en ningún sitio (tampoco las busqué). Me lo explicó otro montañero a quien se lo había mostrado un guarda que había pasado por allí.

Estos refugios son caros (como casi todo en Islandia). Yo pasé la noche en Botni y me costó 5000 coronas, unos 40 euros. Imagino que los demás refugios costarán igual.

Botni y Dingjufell tenían agua al lado. No vi ninguna posible fuente en Kistufell.

Existen también refugios privados. No es de esperar que estén abiertos a no ser que haya alguien allí y no son utilizables por el público, de todas formas. En mi ruta, pasé junto a uno de estos en Gaesavotn (km 315)

Rescate

De los rescates se encarga ICE-SAR (Iceland Search And Rescue). Sobra decir que es un servicio que nadie quiere usar pero reconforta saber que está ahí. En caso de emergencia, la mayor parte de Islandia es un territorio sin infraestructuras donde sólo los equipos de rescate tienen posibilidad de acceder.

En Islandia lo saben. No desaconsejan transitar por el territorio pero sí procuran hacer las cosas lo más fáciles posible en caso de que se necesite ayuda. Por eso ICE-SAR recomienda el registro del plan de viaje y lo pone sencillo: basta visitar su espacio web y detallar el plan de viaje lo mejor posible. También se puede activar un control sobre la fecha de retorno.

A mí no me hizo falta recurrir a ICE-SAR pero doy fe de que se preocupan: mientras caminaba por un tramo de la ruta Sprengisandur (una de las pistas principales que cruzan la isla de norte a sur), un todoterreno se paró a mi lado y el guarda que lo conducía me preguntó si había registrado mi plan de viaje… “¡Plan registrado, monitor activado y llevo una PLB!” le contesté, con una sonrisa. Sienta bien saber que están ahí y que se toman su trabajo en serio.

Según su propio espacio web (traduzco), “ICE-SAR es una organización sin fin comercial ni ánimo de lucro, basada en el voluntariado y especializada en servicios de rescate en tierra y mar, a lo largo de la costa de Islandia.”