Caminar para viajar. El mundo a escala humana

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Viajes realizados

Norge Midt: cifras varias

Al final de cada jornada, hago algunas anotaciones. Como mínimo, me sirven para saber en qué día estoy si la electrónica me deja tirado. Los datos que acompañan a la fecha son muy básicos pero, cuando los pongo todos juntos, salen algunas cifras interesantes.

Notas de campo

Primero, la ruta final; después, la estadística.

Ruta final

Seguí el itinerario E1 casi al pie de la letra, con variaciones en los tramos campo a través demasiado pequeñas como para que merezca la pena intentar dibujarlas. El punto de partida, como estaba previsto, en Sulitjelma, región Nordland. El punto final resultó As i Tydal, región Trondelag

Distancia: 825 km

Ésta fue la distancia efectiva de viaje si me fío de las mediciones de las aplicaciones de cartografía. La distancia caminada es de 10 km más a causa de quedarme bloqueado ante un río crecido, peligroso de cruzar, en medio de una tormenta, el día 26 de viaje. Tuve que retroceder hasta el refugio más cercano y repetir al día siguiente, ya sin problemas.

Días: 29

Días efectivos de viaje a pie. Caminé todos los días salvo los de llegada y salida del país.

Media: 28.5 km/día

Calculada en base a la distancia efectiva de viaje. Me quedé algo por detrás de mi intención de promediar 30 km/día. Si saco de la cuenta el día 1, en el que empecé a caminar a última hora de la tarde, la media llega a 29 km/día.

Distancia más larga: 38 km

Acontecida el día 5 de viaje. Hubo también varias jornadas de 37 km.

Días completos: 21

En los que no hice nada más que caminar.

Días cortos: 8

Incluyo aquí aquellas jornadas en las que caminé menos distancia de lo habitual, caminé durante menos horas o ambas cosas, desglosados así: los días inicial y final, los dos días que incluyeron una parada para reaprovisionar y cuatro en los que di la tarea por terminada pronto debido a la meteorología. Algunos de estos últimos fueron más difíciles que muchos días normales.

Días con lluvia: 19

Estos incluyen cualquier tipo y cantidad de lluvia. Dicho de otra manera, hubo sólo 10 días en los que no llovió nada. De los 19 en los que sí, la lluvia fue intensa o de larga duración en 11.

Noruega es un sitio húmedo por todos los flancos.

Lluvioso y oscuro

Acampadas: 18

Acampar era, como de costumbre, mi por-defecto y en este viaje ha sido la opción en casi 2/3 de las noches, el ratio más alto de todos mis viajes en Noruega hasta ahora. Por lo que sea.

Saltfjellet-Svartisen

Pernoctas en refugio: 7

Siempre que sentía que me hacía falta una noche en refugio, me la concedía, sin hacerme muchas preguntas. Siempre solía ser por razones meteorológicas pero a veces también porque me apetecía el confort de un refugio o me parecía que necesitaba un descanso de la exposición que supone estar ahí fuera durante mucho tiempo seguido en un sitio que no siempre lo pone fácil. Alivio instantáneo para el cansancio por acumulación.

Refugio Holden

Noches en alojamientos: 3

Dos de éstas fueron planeadas, coincidiendo con un día corto que incluía reaprovisionamiento y descanso. La otra surgió sobre la marcha al final de una jornada lluviosa.

Limingen Gjestegard, Royrvik

Reaprovisionamientos: 2

El primero, un envío por correo a Umbukta, un hotel de montaña, en el día 8. El segundo, una compra en supermercado de buen tamaño en la localidad de nombre Royrvik, día 16. Ambas localizaciones directamente en ruta.

Supermercado en Royrvik

Las provisiones para la última semana de viaje fueron saliendo de la despensa de algunos de los refugios por los que pasé, a falta de una opción mejor y habida cuenta que, en Trondelag, muchos de los refugios contaban con despensa.

Días en los que no me encontré con nadie: 1

Esto sucedió en el día 19, al norte del Parque Nacional Skjaekerfjella. Paradójicamente, ese día comencé camino desde un refugio tipo albergue, localizado en una pequeña población, pero madrugué mucho y no había nadie por allí. Nadie en los senderos ni fuera de ellos en todo el día.

Días en los que me arrepentí de estar haciendo esto

Esto no viene de mis notas, esto es un recuerdo y uno muy claro: ninguno. Que no se me olvide.

Norge Midt: Aspectos Destacados

Durante el verano de 2023, recorrí la franja fronteriza entre Noruega y Suecia allí donde la vertiente noruega es más estrecha, a veces sólo unas pocas docenas de kilómetros entre divisoria y mar. He dejado reposar los recuerdos y ahora los desentierro. El resultado es esta selección.

Norge Midt

Una línea continua de pasos

Hay una especial sinergia en el hecho de seguir una línea ininterrumpida por un tiempo relativamente largo, empezando en un sitio y terminando en otro diferente con la sensación de que éste está a medio mundo de distancia de aquel.

Además, hay algo único en esto. En su aspecto más básico, se trata de que caminar no sea sólo ir de acá para allá por sitios bonitos, que está muy bien, sino que signifique algo más, el propósito del viaje. Profundizando más, me topo con esta idea, que me gusta, de afrontar lo que el terreno y sus condiciones propongan: transitar por el medio ambiente en sus propios términos.

Nada de esto es exclusivo de este viaje, aplica en cualquier sitio, pero sí hay un matiz interesante: en Noruega, puede no ser fácil. Esto le da un valor especial.

Escenario

Iba a usar como título el más obvio «Paisajes» pero, según desarrollaba lo que quería expresar, acabé poniendo este otro, un cambio sutil pero lleno de significado. La gracia de este viaje ha estado no tanto en el espectáculo de una región inherentemente espectacular como en el discurrir por el territorio normal, un escenario en que el viaje sucede.

Mesetas de Borgefjell, donde el viaje sucede

Esto no es algo que me resulte nuevo pero quizá sí en un viaje por Noruega, cuyo estereotipo es de lugar de postal permanente y así había sido en mis anteriores visitas. En esta ocasión, parte de la idea era intentar ir más allá del tópico y ver qué pasaba, lo que me hace pensar más en escenario que en paisajes y me lleva al siguiente punto.

La Noruega menos obvia

Resulta que no se trataba sólo de valles glaciales, lagos y paredes de roca, caminar por Noruega también puede ser rutinario y lo mejor es que, incluso entonces, resulta muy atractivo e interesante.

Éste era mi tercer viaje en esta parte del mundo. En los anteriores, la mayor parte de los recorridos habían sido por altas latitudes, zonas elevadas o ambas cosas a la vez. En las cifras más bajas había un mundo diferente con elementos como bosques de coníferas o de abedules, granjas, páramos infinitos y mucha más agua de la que el terreno puede asumir. Caminar por allí ha sido, de media, menos espectacular y más dificultoso que en zonas de viajes anteriores pero me ha parecido que tenía el valor añadido de lo auténtico y me he alegrado mucho de haber visitado esta otra cara del país.

Región Sylan

Fuera de los senderos

Esto está aquí sobre todo porque tiene un significado importante, ya apuntado en el comentario sobre la línea ininterrumpida de pasos: el significado de caminar por el territorio en sus propias condiciones, las que se presenten. En lo que afecta a la ausencia de senderos, no es sólo por lo obvio, que no haya traza física o señales, sino también, y casi más aún, por la disponibilidad limitada de refugio a cubierto por periodos bastante largos. En un sitio como Noruega, esto lo cambia todo.

Caminar campo a través es algo que, probablemente, no habría elegido, de haber tenido opción, pero también me intrigaba ver qué tal se daba. El hecho de que se tratara de secciones de una ruta establecida ayudaba a saber que, como mínimo, sería caminable, sin obstáculos insalvables, que es lo único realmente importante para quienes, viniendo de fuera, no tenemos conocimiento profundo del territorio como para poder saber qué esperar. El resto no es más que el incentivo adicional.

Por aquí

Me pasé la parte central del viaje, aproximadamente un tercio del total, caminando mayormente campo a través. La vuelta a la red de senderos se convirtió en mi faro, ese objetivo por el que seguir adelante cuando la cosa se ponía fea.

Todo sea dicho, el monte a través en Noruega puede no ser muy diferente de las rutas marcadas pero sí es un aspecto más, y uno de mucho peso, que añadir a la lista de dificultades potenciales. Si todos los demás factores estaban de cara (meteo estable, terreno seco, vegetación baja, sin obstáculos orográficos importantes), caminar campo a través podía ser sencillo y agradable pero esa alineación de planetas, si se da, no suele durar mucho en Noruega. Cuando la cosa se ponía complicada, si había que añadir a la lista habitual de dificultades la falta de senderos, marcas y refugios, se hacía duro. Para mí, fue difícil, a veces.

En retrospectiva, me ha parecido importante haberlo caminado todo, incluso lo difícil. Ha sido una parte integral del viaje sin la éste habría sido algo muy distinto.

Acampar

Es un aspecto clave, siempre lo es pero, en este caso, amplificado por lo bonito del entorno y por la sensación acogedora de que acampar al final de cada día es lo natural. Hacer hogar en las montañas y descansar tras de una jornada de mucho trabajo.

Un giro interesante que aplica especialmente a la acampada es el de hacerte con el lugar y, en Noruega, tiene más truco del que pueda parecer a primera vista. Para alguien nativo de regiones donde la tierra firme es algo que das por garantizado, no deja de ser un impacto inicial, aunque no sea la primera vez, caminar y acampar en un lugar donde todo parece un infinito y gigantesco fangal. A veces parece que ¡no hay tierra firme! Pero siempre hay algo y ahí viene esa pequeña parte de aprendizaje progresivo para leer el terreno, identificar los sitios buenos desde la distancia e incluso saber qué esperar a vista de mapa. Más allá de lo meramente técnico, esto es también una maravillosa forma de conectar con el lugar por el que caminas.

Buscar tierra firme

Refugiar

Sé que aquí me voy a repetir con respecto a textos similares de viajes anteriores pero dejadme enfatizar (otra vez) lo importante que es la infraestructura de refugios en un sitio como Noruega. Añadiría que «para mí» porque sé que esto va mucho con el carácter de cada cual pero me he cruzado con suficientes compas de sendero con quienes he compartido la misma sensación como para no sentirme solo en esto.

En verano, las condiciones son, en general, buenas para el viaje a pie, la acampada es maravillosa y todo lo que queráis pero es que, simplemente, había momentos en los que sentía que necesitaba estar a cubierto, fuera por algún episodio meteorológico traumático o fuera por acumulación. En tales momentos, contaba con la red de refugios de Noruega y el simple hecho de saber que estaba ahí hacía la vida en el sendero mucho más llevadera.

Pasé algunos de mis mejores momentos del viaje tomando un café caliente junto a la chimenea. Eso es mucho decir para una experiencia cuyo objetivo principal era estar ahí fuera.

Lo que sea junto a la chimenea

Diversión de Tipo 2

Viajar a pie por Noruega es duro, nada que no supiera ya, pero sigo volviendo a por más. Parece claro que me gusta el lugar. Con sus cosas.

Norge Midt Previa

En 2023, tendré un mes completo para caminar. Con la excepción de 2019, cuando me tomé cinco, esto de un mes entero y seguido es algo que no pasaba desde 2009, es decir, ésta va a ser una ocasión especial. Para ello, he elegido volver a Noruega.

Idea

Como con todos mis viajes, mi intención, a grandes rasgos, es hacer una ruta a pie continua, acampar por el camino, estar en la naturaleza y dejar que el viaje fluya solo. Noruega es un sitio estupendo para esto: paisajes maravillosos, buena red de senderos, posibilidad de enlazar zonas naturales sin apenas interrupción y una cultura senderista y montañera muy acogedora para la larga distancia.

Trollheimen a Hedmarksvidda

LugarNoruega Centro-Sur
ÉpocaJulio/Agosto
Distancia464 km
Duración15 días

Mellomfjell en Trollheimen

La idea para este viaje partía de caminar por la mitad sur de Noruega durante 2 semenas. Elegí una línea continua a lo largo de algunos de esos evocativos nombres noruegos: Trollheimen, Dovrefjell y Rondane. Luego vi, siempre sobre mapa, una línea ininterrumpida de tierras altas en dirección sur que me permitían seguir caminando y se convirtieron en la última parte de mi ruta a través de las regiones de Lillehammer y Hedmarksvidda.

Noruega es bien conocida por sus paisajes espectaculares. En este viaje, he aprendido que vistosa, la escena noruega es también diversa, al tiempo que he disfrutado de sus ambientes remotos y su cultura montañera.

Usad el menú para acceder a todo el contenido sobre mi viaje en la Alta Ruta Cantábrica.

Notas sobre material Noruega 2022

Algunos detalles sobre técnica y material en mi viaje de 2022 en Noruega que me parecen dignos de mención.

Tienda de campaña Locus Gear Khufu DCF

Compré esta tienda con la intención de que fuera mi sistema de acampada por defecto para la larga distancia en 3 estaciones, lo suficientemente ligera como para llevarla a cualquier sitio, lo suficientemente sólida como para llevarla a sitios como Noruega. Me hice con ella unos pocos meses antes del viaje y tuve tiempo de usarla lo suficiente como para practicar con el montaje, siquiera para saber qué esperar. No tuve ocasión de usarla en condiciones difíciles.

La exposición a continuación es sobre la Khufu en el viaje por Noruega.

Hedmarksvidda

Durante el verano de 2022, caminé de estación de tren a estación de tren entre Oppdal, región Trondelag, y Hamar, región Innlandet, siguiendo una línea por las zonas montañosas de tres áreas protegidas: Trollheimen, Dovrefjell y Rondane, completando viaje a lo largo de las tierras altas de Hedmarksvidda.

Sección de Hedmarksvidda

Rondane

Durante el verano de 2022, caminé de estación de tren a estación de tren entre Oppdal, región Trondelag, y Hamar, región Innlandet, siguiendo una línea por las zonas montañosas de tres áreas protegidas: Trollheimen, Dovrefjell y Rondane, completando viaje a lo largo de las tierras altas de Hedmarksvidda.

Sección de Rondane

Dovrefjell

Durante el verano de 2022, caminé de estación de tren a estación de tren entre Oppdal, región Trondelag, y Hamar, región Innlandet, siguiendo una línea  por las zonas montañosas de tres áreas protegidas: Trollheimen, Dovrefjell y Rondane, completando viaje a lo largo de las tierras altas de Hedmarksvidda.

La segunda sección me llevó 3 días durante los que crucé Dovrefjell. Comparado con el entorno de la etapa anterior, Dovrefjell está más lejos de la costa, es más elevado y menos húmedo. No es un mundo vertical de picos y valles, tiene más aspecto de una alta meseta cruzada por montañas poco prominentes y horadada por valles abruptos en forma de perfecta U allí donde los glaciares principales se han abierto camino.

Sección de Dovrefjell

Trollheimen

Durante el verano de 2022, caminé de estación de tren a estación de tren entre Oppdal, región Trondelag, y Hamar, región Innlandet, siguiendo una línea  por las zonas montañosas de tres áreas protegidas: Trollheimen, Dovrefjell y Rondane, completando viaje a lo largo de las tierras altas de Hedmarksvidda.

La primera parte consistió en 3 días más un medio día de aproximación en un arco anti-horario a través de Trollheimen. El nombre significa Hogar de los Trolls, vaya ud. a saber por qué. Es un área de ambiente alpino, con picos escarpados, valles profundos y mucha precipitación.

Sección de Trollheimen

Noruega Sur: Aspectos Destacados

Si me pregunto a mí mismo por este viaje, esto es lo primero y lo que más a menudo me viene a la cabeza.

Paisajes

Casi sobra decirlo pero dejadme que me recuerde a mí mismo lo bonito que es Noruega. En prácticamente ningún sitio hace falta buscar una razón para que te guste un paisaje o acudir a detalles o matices, es todo precioso, sin margen para la discusión. Añadamos a esto la variedad que fui encontrando según regiones para que tampoco haya hueco para la monotonía. Sobre esto último, amplío información en el siguiente subtítulo.

Aguas abajo en Grovudalen, Dovrefjell

Noruega Sur: Previa

En el verano de 2022, volveré a viajar medio-lejos. Esto siempre es un acontecimiento pero especialmente tras un paréntesis de 2 años. Para tal ocasión, he elegido Noruega y he elegido el sur.

Sinopsis

Caminaré de norte a sur a través de Trollheimen, Dovrefjell, Rondane y Hedmarksvidda para una distancia total de 456 km en un máximo de 15 días. Esta es la ruta planeada:1

Alta Ruta Cantábrica

LugarCordillera Cantábrica
ÉpocaJunio/Julio
Distancia434 km
Duración15 días

Nuestro senderito crestero típico

Recorrí la mitad este de la Alta Ruta Cantábrica en 2011 y la otra mitad en 2015. En 2021, he vuelto para unir todos los puntos bajo el paraguas de un viaje ininterrumpido a lo largo de la divisoria Cantábrica porque no hay nada como recorrer una cordillera de principio a fin. Un viaje entre el verde, el gris y el azul.

Qué maravillosas montañas y qué fantástico entorno para estirar las piernas, la mente y el ánimo.

Alta Ruta Cantábrica: cifras varias

Los fríos datos pueden hacer mucho por definir el carácter de un viaje. He aquí algunas cifras clave de mis días en la Alta Ruta Cantábrica.

Alta Ruta Cantábrica: sinopsis

Un viaje de dos semanas a lo largo de la espina dorsal de la Cordillera Cantábrica, esas montañas al norte de la Península Ibérica.

Alta Ruta Cantábrica

La Cordillera Cantábrica separa dos mundos: los valles costeros, estrechos y profundos, al norte; la meseta, al sur. A lo largo de la divisoria de aguas cantábrica hay una oportunidad fantástica para una ruta de largo recorrido y de altura, física y emocional.

Iberia Sin Vallas

LugarMontañas y mesetas de Cuenca y Guadalajara
ÉpocaFinales de octubre
Distancia266 km
Duración9 días

Tierras de Iberia

Una ruta lejos de los circuitos habituales, a través de las regiones menos pobladas de la Península Ibérica, con el interesante factor de la ausencia de barreras humanas en el territorio.

Iberia Sin Vallas: diario de viaje

Porque tenía que hacer algo con todas las fotos que saqué…

Recién llegado

Iberia Sin Vallas: Descripción

La serie de aspectos geográficos, humanos, medioambientales y personales que dieron forma a mi viaje por la Iberia Sin Vallas.

Plan / Materialización

La idea original era un viaje de dos semanas con principio y fin en una estación de tren, sin apenas penalización en forma de terreno de rutina en ninguno de los dos extremos. Punto de reaprovisionamiento en el día 6 con posibilidad de un segundo alrededor del día 10. En ambos casos, haría la compra y continuaría caminando. El plan era evitar pasar ninguna noche en pueblos.

Al final, resultó un viaje de 9 días con modificación de ruta para hacerla más corta y con un punto final diferente al planificado. El resto fue fiel a la idea original. Respecto al reaprovisionamiento, pasé por la localidad del día 6 y, aunque llevaba aún suficiente comida para completar 9 días, hice una pequeña compra por si acaso, dado el grado de incertidumbre y los constantes cambios sobre la marcha. Al final, no necesité estos extras.

La razón básica, casi única, para los cambios de planes sobre la marcha fue la pandemia. Cuando salí de casa, no había ninguna restricción de viajes que hubiera afectado a mi ruta original pero se veían venir. Aún así, decidí continuar con el viaje e ir adaptándolo a las nuevas circunstancias. Llegó el estado de alarma y algunas Comunidades Autónomas establecieron cierres regionales. Cuando cerraron Aragón, cambié la ruta para evitar esa región y poder mantener el punto final planeado. Cuando cerraron las dos Castillas, ya no me quedó más opción que cambiar el destino.

Iberia sin vallas

Podría aún haber completado las dos semanas de camino haciendo algo tan interesante como volver a casa caminando pero incluso esto se me chafó: cuando, a lo largo del día 5, conecté el teléfono a la red, recibí un mensaje del servicio de salud informándome de que mi padre había dado positivo en Coronavirus. Aunque no tenía síntomas, la situación era suficiente para que no me apeteciera estar lejos y desconectado e hice un nuevo plan para caminar hacia la estación de tren más cercana.

En el momento de escribir este texto, mi padre ha sido declarado no-contagiador, lo que equivale a haber pasado la infección. No ha llegado a caer enfermo.

Caminar en tiempos de pandemia

La ventana temporal de mi viaje coincidió con uno de los peores momentos de la segunda ola a nivel general en el país. No era un buen momento para viajar pero, debido a otras circunstancias, no tenía otro. Hasta donde yo sé, me mantuve dentro de la legalidad.

Esto último no fue suficiente para sentirme a gusto. No lo estuve. Había planificado intencionadamente un viaje extremadamente solitario en el que no esperaba encontrarme con prácticamente nadie en los senderos y preveía pasar casi sin parar por pueblos muy pequeños, que usaría para nada más que un acceso fácil a agua potable: llenar botellas en la fuente y seguir caminando. Sólo un par de pueblos grandes en los que haría una breve parada para comprar provisiones antes de seguir adelante, todo ello con la idea de mantener contacto con gente al mínimo indispensable.

Seguí esta idea al pie de la letra pero no fue suficiente para sentirme relajado aunque, efectivamente, apenas me encontré con gente y nadie expresó malestar por mi presencia. Uno de los escasos encuentros fue con dos agentes del Seprona con los que me crucé el día 2: me advirtieron de las restricciones a los viajes que estaban al caer pero no hablamos más del tema. Aparentemente, su interés estaba más centrado en la caza furtiva.

Uno de los aspectos delicados de las restricciones relacionadas con la pandemia por Coronavirus y el senderismo/montañismo es el de los toques de queda nocturnos que se declararon durante mi ruta. La idea de los toques de queda, recordaréis, era minimizar las interacciones sociales, tanto en lugares públicos como en domicilios, a base de forzar a la gente a estar en casa durante las horas nocturnas. En mi caso, pernoctando en el monte, cumplía plenamente con el espíritu de la norma pero quién sabe si mi situación cabía dentro de la formulación, dando por sentado que los/as legisladores/as no tuvieron en cuenta el viaje a pie a la hora de redactar. Desde luego, yo no estaba en movimiento ni encontrándome con nadie durante la noche. Al final, es una cuestión de más calado que afecta al derecho general al tránsito por el territorio, incluyendo la pernocta nocturna, visto, en este caso, en el contexto singular de una situación de pandemia.

Traicionando la idea original

En este caso, nada que ver con la situación socio-sanitaria, es un asunto mío personal. Mi idea original era la de una ruta principalmente campo a través. Pensaba que tendría mucho valor añadido, siquiera porque en esta región el terreno, la vegetación y la ausencia de vallas lo permiten, en contraste con muchas otras zonas, la mayoría, donde sería mucho más complicado, poco práctico o directamente inviable. Partiría con un punto de inicio, otro de final y una idea general de por dónde ir. Tampoco esperaba que hubiera muchos senderos, de todas formas.

Durante la planificación, me di cuenta de que, aunque, efectivamente, no iba a encontrar muchos senderos recreativos, sí que había una buena red de pistas de uso forestal/agrícola/ganadero y de que podía perfectamente trazar una ruta fiel a mi idea, sin desviarme ni un pelo, usando estas pistas. Entonces, pensé que sería buena idea tener un diseño base que llevar encima y al que recurrir en caso de que el campo a través no me convenciera in-situ. Esto fue, básicamente, el fin de mi idea original: una vez en ruta, no le veía mucho sentido al campo a través cuando podía seguir un camino estupendo cuyo Track, además, llevaba descargado en el Smartphone. Aún hice tramos campo a través aquí y allá pero fueron relativamente cortos.

Pista forestal en la Serranía de Cuenca

Campo a través facilito

No estoy seguro de cómo me siento al respecto, en retrospectiva. Ir campo a través tiene más encanto, es más especial que seguir caminos marcados pero las pistas se adaptaban perfectamente a mi ruta y usarlas no me obligó a pasar por ningún sitio que hubiera preferido evitar.

Terreno

Se trata de una región de mesetas elevadas y cordilleras menores en la divisoria atlántico-mediterránea en el centro-este de la península. Las llanuras cultivadas están alrededor de los mil metros de altitud. Los cultivos son de cereal en secano y huertas en las riberas. Por encima, sea meseta o montaña, suele ser todo bosque, principalmente pino, encina, roble y sabina. Los bosques son abiertos, poco densos en árboles y con un sotobosque escaso que permite paso franco.

Mi ruta comenzó y terminó alrededor de la cota mil. El plan original incluía una zona más baja, hasta 500 metros, aunque montañosa y muy interesante pero, tras todos los re-diseños sobre la marcha, me mantuve sobre la divisoria y nunca bajé de los mil metros. Las zonas altas, meseta o montaña, estaban por encima de los 1200 y el punto más alto de la ruta llegó a casi 1700.

Mesetas y el valle del Tajo

Hubo mucho sube-y-baja pero, en cuanto a desniveles, no fue una ruta exigente.

Estación

Esta ruta se podría recorrer en cualquier estación del año y cada una tendría sus dificultades. El verano sería quizá el peor momento debido al calor y la sequedad pero se podría hacer. Encontrar agua sería probablemente más complicado que durante el resto del año pero, en el peor de los casos, las fuentes de los pueblos deberían ser suficientes. El invierno podría ser estupendo si el tiempo se mantiene estable pero si se pone tormentoso podría hacerse muy duro. La primavera y el otoño son, probablemente, el mejor compromiso.

Yo he caminado a finales de octubre, con tiempo mayormente estable excepto por los tres primeros días, en los que un frenté cruzó la zona. Durante lo peor del frente, la combinación de frío, viento y lluvia hizo el viaje muy incómodo. Una vez pasada la inestabilidad, quedó el patrón típico de días soleados con temperaturas suaves, ideales para caminar, y noches frías, casi siempre bajo cero. Aunque la humedad ambiental no era notoria durante el día, al bajar la temperatura por la noche había mucha condensación.

Colores de otoño

Meteorología y condiciones generales

Ésta es una región de moderados extremos. A grandes rasgos, se puede decir que hace calor por el día y frío por la noche. Los frentes suele llegar con componente oeste aunque sólo los frentes potentes hacen llegar precipitación, algo que puede pasar en cualquier momento durante otoño, invierno y primavera. El verano es estable aunque puede haber desarrollos tormentosos locales. La altitud y la distancia a la costa hacen de esta región una de las más frías, de media, de la península.

Pasé la mayor parte del tiempo caminando entre árboles pero sin mucha sombra.

Sin Vallas

Fue la baja densidad de población y la ausencia de vallados, así, para empezar, lo que me atrajo a esta zona. Concretamente sobre las vallas, debo mencionar que me encontré dos grandes cotos vallados, ambos en las cercanías de Molina de Aragón en los días 5/6. Uno de ellos apareció en medio de mi dibujo de ruta y tuve que rodearlo.

Estas zonas valladas no tuvieron impacto en el conjunto del viaje pero, aunque fueran dos casos aislados, me disgustaron profundamente.

Una valla

Me disgustaron probablemente porque el resto sí cumplió las expectativas: Iberia Sin Vallas.

Pueblos y carreteras

Hay poca población pero nunca estás muy lejos de algún pueblo o carretera. La mayor parte de las carreteras son secundarias y con poco tráfico; los pueblos, muy pequeños. En mi ruta final, sólo crucé un corredor principal de comunicaciones una vez, con una autopista y una línea de tren de alta velocidad. Ambas están valladas así que hay que prever un punto de cruce con puente o túnel.

Crucé por los pueblos a propósito, siquiera para coger agua en las fuentes. En situaciones de viaje normales, esto es, sin una pandemia de por medio, visitar los pueblos sería parte de la gracia de la ruta, son localidades pequeñas, con encanto y una interesante vista al pasado.

Santa María del Val, Cuenca

Agua y comida

Dadas las circunstancias, intenté ser todo lo autosuficiente posible para minimizar contactos con gente e inicié ruta con mucha carga de comida que resultó suficiente para los 9 días que duró el viaje. En la ruta final, pasé por una localidad lo suficientemente grande para comprar comida sólo una vez, Molina de Aragón, por la mañana del día 6. El resto de pueblos eran demasiado pequeños.

Encontrar agua puede ser un problema. Es una región seca y mayormente caliza, con lo que el agua tiende a filtrarse hacia el subsuelo, apareciendo después en forma de manantiales, que acaban siendo un hito tan importante en el paisaje que incluso suelen aparecer en los mapas pero nunca hay garantía de que una fuente tenga agua cuando pases por ahí, especialmente en la estación seca, aunque aparezca marcada en un mapa.

La apuesta más segura para conseguir agua son las fuentes de los pueblos que, normalmente, están, de hecho, construidos alrededor de un manantial, típicamente localizado céntricamente en el casco urbano. Dibujé la ruta pasando por pueblos con cierta regularidad pensando en el acceso al agua.

Fuente en Terzaga, Guadalajara

Hay ríos y arroyos permanentes pero son una opción delicada para agua potable. Servirían en el curso alto, cerca del manantial, pero una vez que pasan por áreas cultivadas ya no me fiaría de ese agua, ni siquiera filtrada o tratada con químicos. Lo malo es que las huertas suelen estar en las riberas.

Fuentes

Son algo tan importante que cada pueblo tiene al menos una e incluso las que están por el campo suelen estar mapeadas, además de contar con los típicos caño y pilón. A veces, la propia construcción mola mucho; tanto que se merecen su propio capítulo

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Energía eléctrica

Partí con idea de no usar un enchufe en dos semanas. Esto no sería un problema para ninguno de los aparatos que uso excepto el Smartphone que, como ya es típico, además de para comunicaciones, de emergencia o no, utilizo para navegación. Había previsto la situación a lo largo del año cuando la situación sanitaria hacía del uso de locales públicos algo delicado así que preví ser energéticamente autosuficiente en mis viajes y me hice con una dinamo para la bici y un panel solar para los viajes a pie. Para este último, investigué a fondo el mercado y me decidí por un Anker PowerPort Solar Lite 15 W:

Panel solar

Este viaje sería la primera ocasión en la que iba a usar un panel solar, de cualquier tipo, así que salí ahí fuera sin experiencia previa, más allá de probar que funcionaba. Mis expectativas no eran muy altas: siempre pensé que si los paneles solares fueran realmente efectivos, se usarían mucho en ciertos ámbitos que requieren autonomía y no parecía el caso. Las críticas tampoco eran muy concluyentes.

Ahora puedo decir que esta primera experiencia ha sido positiva. Cuando las circunstancias familiares me obligaron a mantener el teléfono activo durante prácticamente todo el tiempo a partir del día 5 y el uso de batería se dobló respecto a cuando mantenía el modo avión (hasta un 50% de una batería de 3500 mAh), pasé a recargar el Smartphone cada noche desde una batería externa que luego recargaba durante el día desde el panel solar. Con 3 ó 4 horas era suficiente para recargar completamente la batería externa. Las condiciones eran bastante buenas, con el sol un pelín bajo en el horizonte pero a mi espalda, con lo que podía conseguir un buen ángulo colgando el panel de la mochila.

El conjunto completo de panel, cable y un par de mini-mosquetones para sujección a la mochila pesa casi 400 gr. Incluso si funciona bien, es discutible que merezca la pena en las circunstancias normales de la mayoría de los viajes que yo hago. Al peso citado hay que añadir el de una batería externa para hacer una recarga en dos pasos: del panel a la batería externa durante el día y de ésta al Smartphone u otro elemento durante la noche. Se podría hacer una recarga directa durante el uso pero sería engorroso. El modelo tiene sentido en circunstancias como las de este viaje, en las que no espero tener acceso a un enchufe durante mucho tiempo y el peso en baterías externas para ir recargando sería excesivo.

Al margen de circunstancias y necesidades de autonomía extensas, la clave del modelo solar es su fiabilidad. Si vas a llevar un panel solar pero no te fías del todo y acabas llevando baterías externas de sobra por si lo solar no da la energía suficiente, entonces, no merecería la pena. Con este viaje como única experiencia, de momento, no tengo criterio suficiente para declarar lo solar como efectivo pero sí que al menos ha funcionado lo suficientemente bien como para abrir la puerta.

Haré una crítica del panel solar concreto que usé en una entrada próxima.

Material

El material estándar de 3 estaciones funciona bien para una ruta como ésta y las versiones ligeras y estrategias de ahorro de peso aplican perfectamente. En el campo a través, puede haber encuentros con matorral denso y/o pinchoso pero nunca me pareció un problema serio a la hora de usar material ligero que, a veces, sufre en esas circunstancias. A la hora de acampar, no era difícil encontrar localizaciones protegidas; de hecho, todas mis pernoctas fueron entre árboles.

Pernocta en el robledal

En este caso, y al hilo de lo comentado en el apartado de energía eléctrica, llevé baterías externas extra y un enchufe por si el panel solar no daba la talla. Fue peso extra que dolió tanto física como psicológicamente pero me pareció necesario para asegurar al menos un elemento tan crítico como el Smartphone, sin el que ya no sabría estar.

Mi peso base para este viaje fue superior al habitual. Es muy interesante también la cifra del peso total porque, dado que llevé toda la comida para los 9 días desde el principio, se puede hacer constar sin necesidad de estimar. Éste es el desglose final:

 Ruta original / Ruta final

Éste era el plan original:

Y esto fue lo que finalmente caminé:

Nótese la diferencia de escala entre ambos mapas, tal cual aparecen; la ruta original tenía casi el doble de longitud que la final.

Ruta invernal en tiempos de tormenta

Un fin de semana largo, también conocido como «puente», en medio de esto que hemos venido a llamar la segunda ola de la pandemia, con las fronteras regionales cerradas, y una tormenta de estas con nombre propio, característica que reservamos para las tormentas grandes. Tres circunstancias en las que salir ahí fuera se complica y que sirven, por encima de todo, para recordarme por qué me gusta tanto el viaje a pie.

Evitando la masificación

Era un escenario de tormenta perfecta, incluyendo en la expresión la tormenta meteorológica, que traía nieve abundante a las montañas y, con la nieve, avalanchas de gente atraída por la novedad, efecto potenciado por el cierre fronterizo regional que deja a la gente con opciones más limitadas de lo habitual, también para mí mismo: en un año normal, el puente de principios de diciembre suele estar dedicado al viaje en bici con amigos/as, hasta el punto de que hemos hecho de ello una tradición a la que incluso hemos puesto nombre -somos Los/as Decemberists– pero 2020 no parecía un buen momento para viajar en grupo, ni siquiera localmente, así que me fui solo. A pie. Con raquetas de nieve, por si acaso.

La Sierra de Guadarrama está muy cerca de Madrid y suele tener mucha gente pero, en este caso, con nieve recién caída y sin opciones de viaje al más allá, era de prever que se pusiera hasta arriba. En estos casos, es importante ser consciente de que la sierra es muy grande y la inmensa mayoría de visitantes ocasionales se concentran en unos pocos puntos. Tracé una ruta que los evitara lo más posible, lineal, usando transporte público en rutas/horas no punta y teniendo en cuenta el condicionante meteorológico: el tiempo no iba a estar para caminar por cimas o crestas así que sería una ruta de valles y collados.

Sábado

Frío, viento y mezca de luz y oscuridad

El autobús me deja en un pueblo serrano que apenas se ha empezado a despertar pero no me falta un bar donde volver a desayunar. Que sea ración doble.

Miraflores de la Sierra

No me decidía entre café y chocolate y pedí los dos

El acceso a los senderos tiene un aspecto profundamente invernal, nevado y con los robles desnudos. El embalse de un poco más arriba reproduce también el ambiente gélido, barrido por el viento que baja desde las cumbres nevadas y nubladas del fondo.

Accesos tranquilos

Tiene pinta de estar fría

Arriba, en el puerto, la carretera está limpia y el pequeño aparcamiento, casi lleno aunque la zona, convertida en un embudo para el viento del noroeste, no es buen lugar para echar el rato, a pesar de los claros que, a ratos, dejan pasar un poco de sol. La gente que ha subido en coche ha llegado antes que yo y el camino está ya bien marcado por pisadas en la nieve polvo.

Me tienen la señal hecha un asquito

Altos de La Morcuera

Abajo, en el siguiente valle, la capa de nieve es fina pero continua, algo que, a sólo 1200 m. altitud, no suele durar mucho así que disfruto especialmente del ambiente invernal y la espectacular mezcla de luz y oscuridad, según cómo se colocan las nubes.

Robles y caballos del Lozoya

Luz aquí, oscuro allá

Puente sobre el Lozoya

Subo hacia zonas altas, lejos del valle y las poblaciones, para acabar el día y buscar discreción pero sin salir del bosque. A 1700 metros, hay mucha nieve y el vientotiene ráfagas muy fuertes, los árboles no son protección suficiente y tengo que buscar un parapeto rocoso para pasar una noche tranquila mientras el vendaval ahúya. Algunas rachas sacuden la tienda pero me he traído una muy resistente.

La elegancia de un túnel bien tensado

Si hay algo que echo de menos en esta tienda es un vestíbulo. Cuando cocinar fuera está fuera de toda cuestión y tengo que hacerlo dentro, resulta una operación delicada. Me pasé varios minutos sosteniendo el cazo mientras el agua se calentaba: incómodo pero, al menos, seguro.

Con cuidado

Domingo

Frío, viento y oscuridad

Volvió a nevar durante la noche y tuve que palmotear desde el interior al menos un par de veces para que no se me acumulara demasiado. Todo estaba inmaculadamente blanco por la mañana. La nieve estaba muy venteada y su profundidad variaba según la zona; en mi protegido sotavento, había unos 20 cm. La temperatura más fría que llegué a ver en el exterior no fue tan baja como auguraba la predicción.

Nieve nueva

20 cm de nieve polvo

Al amanecer

En esta zona, poco frecuentada, pude disfrutar de un rato muy especial, un mundo blanco y gris de nieve recién caída, alternando el silencio profundo con el ahuyar del viento. En la estación meteorológica que hay en las proximidades se llegaron a medir ráfagas de 100 km/h durante estos días.

En esta ocasión, no hay claros en la nube y todo el mundo visible es de algún tono de gris. Recuerdo haber atravesado esta misma zona en condiciones similares, años atrás, en los tiempos pre-Smartphone y sin GPS, y cómo me pareció considerablemente más emocionante, en todos los sentidos de la expresión. Ahora, con la orientación resuelta, queda la parte de trabajo duro para progresar en la nieve suelta. Por lo demás, es igual de bonito. Aquí sí que usé las raquetas y me alegré de tenerlas aunque la nieve no era lo suficientemente profunda como para que fueran imprescindibles.

Viva el gris

Poste solitario marca el camino

Piedra, poste, piedra

El único punto masificado que no puedo evitar tiene, lógicamente, carretera, aparcamiento lleno y mucha gente pero la escasa visibilidad y el ambiente riguroso calman mucho la posible sensación de agobio. Veo con estupor la cola para entrar al único bar del lugar, que es pequeño y, claro, tiene límite de capacidad. Lo entiendo todo y no entiendo nada. La ropa de la gente añade un punto de color a la escena.

Gris y otros

Pasado el collado, todo se vuelve tranquilo otra vez. Con 200 metros, bastaba. Según desciendo, salgo de la nube y vuelve el color a la escena en el marrón de los troncos de los pinos silvestres. Se abre la vista hacia el norte con un panorama poco habitual de nieve continua en el valle y, más allá, las llanuras de la meseta.

Más gris

Fuera de la nube

Todo nevado

Según me acerco a zonas más pobladas, me aparto de los senderos para buscar un rellano en la ladera en un sitio discreto. El viento sigue soplando y lo hace en direcciones variadas pero la tienda parece aguantar las ráfagas sin mucho problema.

Un rellano en la ladera

Lunes

Tormentoso y húmedo

La temperatura sube drásticamente durante la noche. Al principio, nevaba pero luego la precipitación cambió a lluvia en mi localización a 1600 metros. Ya lo había anunciado la previsión pero no por conocido es bienvenido el cambio: todo se humedece y, aunque hace menos frío, la sensación es la contraria. En este ambiente, mi tienda condensa mucho, un problema conocido también y, en esta ocasión, hay tanta humedad que, si no fuera porque sé que es mi última noche, estaría bastante mosqueado.

Vista en planta

El último día es para un plan relajado, un paseo por el bosque lluvioso junto a mi compañera, con quien me encuentro en el pueblo cercano, y con la promesa de un final feliz y, posiblemente, apoteósico en la taberna que hay al final de la carretera.

Un paseo por el bosque

Durante la mañana aún no llueve mucho y, por primera vez en el viaje, me sobra ropa. Llevo un chaquetón súper versátil, que funciona estupendamente ante viento, nieve e incluso lluvia, a pesar de que, técnicamente, no es impermeable, pero abriga mucho, sólo va bien cuando hace frío de verdad y es un monstruo de medio kilo que ocupa media mochila, si te lo tienes que quitar. Por eso no lo uso en rutas largas. Menos mal que, según subimos, vuelve la ventisca y me lo puedo volver a poner.

Poniendo negro sobre blanco

Cuando empieza a llover fuerte de verdad, aprovechamos la ocasión para darles una oportunidad a las chaquetas largas, que sigo valorando como prenda ideal para la lluvia en el largo recorrido. Tienen sus desventajas pero protegen muy bien, permitirían prescindir de un pantalón impermeable, que siempre es un engorro para quitar y poner, y dan una sensación muy acogedora de colocar la lluvia en un lado y a ti, en el otro.

En este caso, vamos con el modelo Señor(a) Oscuro/a, en formato pulóver y cobertura hasta las rodillas, y el modelo Rojo Vader, en formato chaqueta de apertura frontal y espacio para cubrir una mochila grande. El modelo Señor Oscuro es el que usé el año anterior en el Continental Divide Trail.

Señor(a) Oscuro/a

Parezco el robot de hojalata de la serie Mazinger Z

Llegamos, por fin, al bar. Han sido 3 días en condiciones difíciles y, a ratos, ha sido duro pero, cuando se me hacía cuesta arriba, pensaba en que el plan acababa aquí, con un par de guisos de los de cuchara en una mano y pan en la otra:

Sopa castellana

Judiones

Es un pensamiento recurrente en mis actividades montañeras y ha pasado mucho durante esta corta ruta: ¿qué leches hago aquí? Hace frío, estoy mojado, estoy incómodo, avanzar cuesta mucho trabajo y aún quedan horas y días de todo esto. Y sé que es porque, en el fondo, estar ahí fuera me hace sentir bien, vivo y conectado y es sólo gracias a todo ello que puedo estar ahora sentado delante de una pantalla tecleando esto. Si no, no tendría sentido.

La banda sonora de este pequeño viaje es este precioso tema de uno de mis grupos favoritos. Fue una compañía perfecta:

Iberia Sin Vallas: Antecedentes

Los movimientos poblacionales en España en las últimas décadas han sufrido de una extrema polarización. No es sólo el típico trasvase del medio rural al urbano, es también que hay grandes regiones sin un medio urbano al que emigrar. La gente se concentra en las costas, Madrid y poco más; el resto, ya sabéis. Hasta le hemos puesto nombre al fenómeno, aquello de «la España vaciada».

El término es un pelín antropocéntrico. Estará vaciada de gente y de las cosas humanas pero no necesariamente de todo lo demás. De hecho, es razonable esperar que la naturaleza, en general, lo lleve mucho mejor y es entonces cuando la cosa se pone interesante para lo que nos ocupa aquí.

El Centro-Este

O, dicho de otra forma, la zona cero de la despoblación: noreste de Castilla-La Mancha y sur de Aragón, un caso particularmente interesante. Se trata de tierras altas, en el entorno de la divisoria atlántico-mediterránea, que se situa aquí en una alineación norte-sur. El clima, seco y con extremos de temperatura, no es ideal para la agricultura y hay grandes extensiones que, probablemente, no hayan sido cultivadas nunca.

Sin duda recordaréis aquello de la ardilla que podía cruzar la península sin bajar al suelo como símbolo de que, antaño, todo era bosque, algo difícil de imaginar hoy día. Pues ésta es una de las zonas donde quedan los mejores restos de aquel pasado.

Además, y al contrario que en otras regiones también despobladas de gente, aquí, en la divisoria, el modelo de propiedad y uso del territorio, por lo que sea, no ha degenerado en un vallado masivo. Todo está abierto.

La España vacía y sin vallar

No es un área popular para el senderismo/montañismo. Le falta el glamur de las montañas grandes, no hay muchos senderos de propósito recreativo, tampoco hay ciudades grandes que puedan aportar público y, puestos a viajar desde fuera, no hay mucha gente que elija visitarla. Yo incluído.

Cómo llegué allí

A través del viaje en bici. No sólo es una región perfecta para pedalear con alforjas sino que, además, lo parece, con lo que era sólo cuestión de tiempo. Puede estar vaciándose pero los pueblos y las carreteras siguen ahí, muchas de ellas con muy poco tráfico, y ya a vista de mapa puedes prever que va a molar. Tras varios viajes por la región, se ha ido convirtiendo en favorita personal.

Pista forestal en la Serrania de Cuenca

España, en general, es fantástica para el viaje en bici por las mismas razones que encontramos en esta región entre Castilla y Aragón: una buena red de carreteras secundarias con escaso tráfico, paisajes bonitos, pueblos interesantísimos, arquitectura impresionante y una forma maravillosa de conocer un poco del mundo rural. Por desgracia, muchas otras zonas sufren de un modelo de propiedad y uso del territorio que ha acabado en vallados masivos de extensiones enormes. Es habitual estar circulando entre dos vallas infinitas. Para el viaje en bici, aunque no es agradable, no es el fin del mundo porque, a fin de cuentas, usamos las carreteras pero el viaje a pie necesita acceso al territorio y aquí viene el hecho clave que me llamó la atención de esta región del centro-este: no había vallas.

Empecé a imaginar un viaje a pie. Cuando la crisis provocada por el Coronavirus estalló y 2020 empezó a parecer un buen año para evitar irse lejos, recordé la Iberia Sin Vallas y pensé que tenía sentido.

Continental Divide Trail

LugarMontañas Rocosas de EE.UU.
ÉpocaDe junio a octubre
Distancia4900 km
Duración141 días

Wind River Range, Wyoming

Un lugar muy vacío. Muchísimo trabajo. Un concepto interesante, seguir una divisoria de aguas a lo largo de la espina dorsal de un continente. Una cierta sensación de logro y, sobre todo, saber que estaba donde quería estar, haciendo esto que tanto me gusta: caminar por la vertiente natural del mundo.

Material para el CDT

Black Range de Nuevo México

La Cordillera Oscura (Black Range) de Nuevo México es una cadena montañosa de alineación norte-sur en la mitad meridional del estado. Permitidme aquí la traducción liberal de un nombre propio, creo que así capto mejor el espíritu de la denominación.

La ruta oficial del CDT, aprobada por la Continental Divide Trail Coalition, pasa por allí, siguiendo la divisoria continental. Como otras muchas montañas de la zona, la Cordillera Oscura es una isla de bosque en medio del desierto nuevo-mexicano, cuenta con picos alrededor de los 3000 metros de altitud y bosques de pino, álamo y roble. Es un área remota en la ya de por sí poco poblada región. Como referencia, en el contexto del CDT, caería entre puntos típicos de paso como Pie Town, al norte, y Silver City, al sur.

Material para el CDT, parte 5: Lo que no funcionó

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Me gusta planificar bien el material y la estrategia para usarlo y, quizá por eso, me molesta que algo no salga bien, aunque procuro tomármelo con deportividad. Ya veréis, si no, lo que comento en esta entrada sobre todo lo que no salió bien en el Continental Divide Trail.

Será que la preparación para este viaje fue un poco apresurada, será mala suerte o quizá una seña de identidad de la época pero hubo unas cuantas cosas que fallaron y me parece muy útil contarlas. A veces, las noticias más importantes están ahí. Estos son los casos más destacados:

Chaqueta impermeable

Zpacks CloudCover

Ésta es una pieza antigua, ya descatalogada, hecha en 100% DCF1. No es transpirable ni lo pretende, lo que me parece una idea interesante a la que di bastante cancha hace unos años, cansado de lo mal que transpiraban las prendas impermeables a pesar de lo que dijera la publicidad. No es una idea popular y probablemente nunca lo ha sido pero tiene potencial para funcionar bien según circunstancias.

En este caso, se trata de una chaqueta con cremallera completa, cremalleras de ventilación en axilas, capucha y visor, es decir, es una chaqueta con todo lo básico, dentro de lo espartano. Una característica clave es que pesa 83 gr. La tengo desde 2011 y hasta el momento de partir para el CDT sólo me la había llevado a un viaje largo en el que no llovió mucho. En el CDT, la combiné con pantalones impermeables.

En la Columbia Británica, 2012

Material para el CDT, parte 4: planificación y navegación

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He puesto juntas planificación y navegación porque las herramientas útiles para una cosa y otra se solapan. Permitidme también un pequeño abuso del lenguaje por considerar el software como parte del material.

En 2019 había 3 sets de mapas específicos para el CDT y 2 aplicaciones para smartphone. Además, están las colecciones de mapas y las aplicaciones genéricas que también podrían adaptar. Una vez en ruta, la mayor parte mi la navegación fue en la applicación Guthook, la más popular en el momento.

Material para el CDT, parte 3: Todo es importante

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Calzado, bastones, hornillo o balleta de cocina. Todo es importante.

Calzado

Merrell All Out Blaze Aero Sport

Estas zapatillas me han ido muy bien. Son flexibles, ventiladas y con drop moderado. Mis pies tampoco tienen ninguna necesidad especial, todo les va bien.

2200 km. contra 0

El aspecto más digno de comentario está relacionado no tanto con el modelo como con el uso que le di en el CDT: hice la ruta entera con 2 pares, cuando la media está en más del doble. Sale a casi 2500 por par. Esto es significativo pero, probablemente, no tanto sobre la longevidad de las zapatillas como sobre que las estiré hasta el borde de la destrucción, como podéis ver en el par viejo de la foto. Esto es algo des-recomendado por mucha gente como posible fuente de lesiones pero no parece que a mí me afecte mucho. Los pies son un mundo.

Cuando el primer par estaba ya frito, compré online uno igual y me lo envié por delante para recogerlo al pasar.

Material para el CDT, parte 2: La Ropa

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Cacharrear con la ropa es la parte más entretenida de reunir tu equipo perfecto y recordad: más allá de tejidos y diseños, lo más importante es que los colores combinen bien. El sendero es nuestra pasarela.

Material para el CDT, parte 1: Los 3 Grandes

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Los sistemas de acampada, porteo y pernocta dicen mucho del estilo de cada cual. He aquí mi manifiesto para el CDT alrededor de eso que llamamos Los Tres Grandes.

Sistema de Acampada

Trailstar + Suelo + Funda de Vivac

El objetivo de este combo es que funcione bien en el amplio abanico de condiciones inherentes aun viaje tan largo con las prestaciones propósito típicas: protección, confort y peso ligero. El resumen rápido es que cumplió muy bien en todo.

El campamento más alto del viaje a 3750 m. en Colorado

Pueblos y ciudades a lo largo del CDT

En los viajes largos, me gusta bajar a los pueblos, especialmente cuando paso mucho tiempo lejos de ellos: varios días, una semana entera o más, es entonces cuando le ves más la gracia a cosas como darte una ducha o comer lo que te dé la gana. En este tipo de viajes, caminar se convierte en un trabajo en el que bajar al pueblo es el «fin de semana», aunque pille en miércoles.

Fui al CDT para estar en el monte pero los pueblos también fueron parte importante de la historia.

CDT, Desglose de ruta

Una vista a gran escala del Continental Divide Trail a través de las principales unidades geográficas a lo largo de la Divisoria Continental, tamizada por mis propios recuerdos tras haber caminado por allí.

No están todos los que son pero casi

Glacier

Un comienzo espectacular para el recorrido de norte a sur. En ningún otro tramo de la Divisoria Continental en EE.UU. tienen las montañas perfiles tan alpinos como en el Parque Nacional Glacier. Si habéis visto las pelis ambientadas en las Rocosas y han aparecido por allí unas montañas gigantes, oscuras y afiladas, eso es Glacier: paredones verticales, neveros estivales, valles profundos y la habitual colección de bosques, lagos, ríos y cascadas, está todo aquí.

Oldman Lake, Flinsch Peak, Glacier National Park

Es un Parque Nacional y eso significa senderos de buena calidad. También significa mucho tráfico montañero, en términos relativos, para lo que es Norteamérica, aunque la ventana hábil del CDT te fuerza a empezar lo antes posible y, si encuentras mucha gente, probablemente es que ya vas tarde. Quizá lo más incómodo sea la obligatoriedad de usar las zonas de acampada designadas previa obtención de permiso, lo que impone al viaje una rigidez que encaja fatal con el día a día del CDT, en el que lo habitual es no planificar tan al detalle, estirar las jornadas hasta donde el cuerpo aguante y acampar donde surja. Al menos, es el principio del viaje. Luego, ya, libertad plena.

Reflexiones sobre el CDT

Algunas reflexiones obvias y otras no tanto sobre lo que ha significado recorrer el Continental Divide Trail.

Mejor de norte a sur

Dado que la nieve es el obstáculo principal que marca los tiempos de un recorrido completo y consciente de que depende mucho del año, aún me parece llamativo que la mayoría de caminantes vayan de sur a norte. La ventana es ajustada en ambas direcciones pero mi impresión es que, de norte a sur, se va abriendo a medida que avanzas mientras que, de sur a norte, es habitual llevarte un buen portazo al llegar a Colorado.

Parece común que quienes caminan de sur a norte acaben atajando tramos significativos o haciendo la ruta por cachos. Si valoras un recorrido continuo e ininterrumpido del CDT, hazlo de norte a sur.

Aspectos Destacados del CDT

Lugares, sucesos y sensaciones que me vienen a la cabeza cuando miro atrás hacia mi viaje en el Continental Divide Trail, sin más orden que el cronológico, donde tal cosa aplique.

Música para el Continental Divide Trail

Caminar es inherentemente rítmico. Donde hay ritmo, hay música.

Música y caminar van muy bien juntos. Yo les dejo que se desarrollen, libres de estímulos externos más allá del sitio por el que esté pasando, nada que ver con la constante híper-estimulación de la vida urbana. Resulta un ejercicio interesante: dejar vagar la mente para que ella elija la música. Ser mi propio algoritmo.

Un último esfuerzo, extremo sur del CDT

Es interesante ver cómo funciona la mente y como mente y cuerpo van juntos. El sur de Nuevo México había resultado muy exigente, especialmente tras mi decisión de seguir la ruta oficial y evitar las alternativas, más fáciles, cortas o ambas cosas. Mi mente se centró en llegar a Silver City, NM, un objetivo a medio plazo que me mantuvo enchufado. Llegar allí fue un hito tan grande que fue casi como si ya hubiera terminado el viaje y, no, lo que se había terminado era mi energía.

El semi-desierto de Nuevo México

Atreverse

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El CDT significa mucho trabajo, muy duro trabajo y algo de técnica sobre cómo estar ahí fuera durante periodos relativamente extensos. Al mismo tiempo, se ha vuelto un tanto predecible gracias a la cantidad de informacion que manejamos durante el viaje, incluyendo actualizaciones online sobre aspectos clave como condiciones de los senderos o disponibilidad de agua, allí donde no se puede dar por garantizada. Cuando sales de un pueblo o, en general, de un punto de reaprovisionamiento, sabes cuánto vas a tardar en llegar al siguiente.

Agua en las praderas secas

Nuevo México, Nuevo Viaje

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Poco después de cruzar la frontera entre Colorado y Nuevo México, el sendero ascendía por encima de los 11.000 pies (3300 m) por última vez. Era como si, a partir de ahí, fuera todo cuesta abajo y, en cierto sentido, lo era.

Todo cuesta abajo ahora

Se acerca el invierno

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El sur de Colorado es, probablemente, la clave de un recorrido completo de norte a sur en el CDT. Las montañas son muy altas, el sendero va por zonas expuestas y los/as senderistas se ven forzados/as a pasar por la región con la estacion muy avanzada. Es literalmente así, «Winter is Coming», se acerca el invierno y lo hace deprisa cuando estás transitando consistentemente por encima de 3000 metros.

Luces, sombras y perfiles alpinos de los San Juan

Tres meses en el CDT

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Tres meses y más de tres mil kilometros después de aquel 12 de junio en el que empecé a caminar en Waterton, Canada, estoy en Salida, Colorado. Aqui lo llaman «Salaida», con vocal larga en la sílaba de enmedio. Este viaje supone mucho, mucho trabajo y tengo la sensación de que sólo en las últimas semanas he empezado a encontrar mi sitio para que el trabajo sea solamente intenso pero no agónico. Ha costado.

CDT primer mes

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Según escribo esto en la biblioteca pública de Darby, Montana, hace exactamente un mes que empecé a caminar en Waterton, Alberta pero parece que ha pasado mucho más tiempo. Caminar es un hecho lento para los estándares modernos pero el caso es que hay muchas cosas implicadas en cada paso. He aquí algunas.

Glacier

El Parque Nacional Glacier ha sido un principio trabajoso para un viaje tan largo en el que uno esperaría una introducción gradual. En Glacier, empiezas directamente con montañas muy altas y collados nevados. La mochila pesa mucho y el cuerpo no esta aún acostumbrado a esos trotes. Por otra parte, el Parque Nacional es un entorno relativamente controlado, con excelentes senderos y un itinerario diario establecido, no muy exigente pero el tiempo inestable y tormentoso no ayudó. El resultado: tras 7 dias, estaba hecho polvo, acribillado por los mosquitos y muy contento de estar en el CDT, además de deseando tomarme un primer día de descanso. Por comparar, tardé un mes en tomarme mi primer día de descanso en el Pacific Crest Trail.

Glacier National Park

Bob Marshall Wilderness

A continuación, The Bob, una extensa región sin poblaciones ni carreteras que la crucen. Si buscas en un mapa de carreteras de Montana, es ese bloque vacío de arriba a la izquierda. Con 8 días de comida a la espalda, la mochila pesa mucho y a veces me pregunto por qué estoy haciendo esto.

El tiempo continúa siendo frío y tormentoso y no ayuda a encontrar relax en la vida en el sendero, siempre mirando al cielo para ver de qué tono de gris vienen las nubes y preguntándonos dónde está el verano. Los senderos ya no son de tan buena calidad y los bosques cubren todo el paisaje aunque hay enormes extensiones quemadas, pobladas por troncos pelados mientras los nuevos arboles van creciendo en el piso de abajo. Huellas de oso encima de huellas de alce encima de huellas de personas y la icónica Muralla China, el famoso escarpe vertical que marca, además, la divisoria continental durante mas de diez kilómetros. Ya solo necesitamos al verano para que todo vaya bien.

Bob Marshall Wilderness

Helena & Butte

Según los picos disminuyen en altitud, la ruta se sube a la cresta. El agua pasa de ser un problema por exceso a ser un problema por escasez. Tenemos algunas vistas extensas pero tampoco muchas porque aquí el bosque lo cubre casi todo y llega muy alto, cada vez más alto según nos movemos hacia el sur. Hace más calor pero sigue el ciclo tormentoso.

Me gusta hacer etapas largas, ésta es de 7 dias, hace que el próximo café en la próxima parada me sepa mejor pero mis hombros y el cuerpo entero se me quejan mucho del peso a la espalda durante esos primeros días en los que cargo con mucha comida.

Típico campamento en el bosque

The Pintlers

La divisoria continental hace arcos a este y oeste, la ruta oficial los sigue y yo también. Tras la circunvalación de Butte, volvemos a zona alpina en la cordillera Pintler, lo que me alegra mucho. Además, el tiempo, por fin, se calma y ya no llueve todos los dias, sólo algunos. Otros 7 dias para llegar a la carretera que lleva a Darby, un pueblecito de Montana. Me ha bajado hasta aquí un camionaco de los de las pelis.

Tamarack larch en la cordillera Pintler

Hablo en plural muchas veces porque en esta temporada hay mucha gente caminando de norte a sur en el CDT, cosa poco habitual. Mucha de ella inició el viaje de sur a norte y tuvieron que cambiar de estrategia cuando llegaron a Colorado y se encontraron con un paquetón de nieve que no se daba desde 1969, dicen. El CDT de norte a sur en 2019 esta siendo más social de lo esperado pero seguimos siendo un universo reducido. Ahora que parece que ya ha llegado el verano, nos ganaremos cada paso con mucho sudor. Y molará.

Material para el CDT

¿Qué necesitas para un viaje de 5 meses? La respuesta corta: prácticamente, lo mismo que para uno más corto con un factor extra importante: al ser tanto tiempo, puede ser un viaje a través de las estaciones y de zonas climáticas diferentes.

Un kit de 3 estaciones bien pensado debería servir y debería resultar similar al de un viaje más corto pero hace falta poner máxima atención en la versatilidad del equipo para que pueda funcionar en el amplio abanico de condiciones posibles. Un viaje de 5 meses es un gran test de la validez de tal kit.

Continental Divide Trail Previa

La vida nos atrapa y nos libera. En 2019, ella misma me ha dicho que tenía que hacer un paréntesis. En tal caso, tengo claro lo que quiero hacer: viajar a pie.

A lo largo de la divisoria continental

Via Alpina 1 Relato Completo

Via Alpina 1

LugarSuiza
ÉpocaSeptiembre
Distancia268 km
Duración8 días

La región Blümlisalp desde el collado Hohtürli

Via Alpina 1, Etapa 8: Bundalp a Adelboden

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DesdeBundalp
HastaAdelboden
Distancia31 km
PuertosHohturli, Bunderchrinde

Me levanto preguntándome si estaré parar caminar. Es difícil decir cuando no hay ningún dolor localizado y dado que en posición de descanso me encuentro bien. Me siento débil, desde luego, pero eso es normal. Decido ir a desayunar y ver qué tal me sienta. Resultó así de bien:

Desayuno alp

Via Alpina 1, Etapa 7: Lauterbrunnen a Bundalp

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DesdeLauterbrunnen
HastaBundalp
Distancia24 km
PuertosSefinenfurkke

Por primera vez en todo el viaje, amanece nublado. Según el pronóstico, hay posibilidad de lluvia durante la mañana, disminuyendo por la tarde. Empiezo la siguiente ascención casi a la puerta del albergue para superar el escarpe glacial con vistas chulas de Lauterbrunnen.

Lauterbrunnen

Via Alpina 1, Etapa 6: Pie de Wetterhorn a Lauterbrunnen

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DesdePie de Wetterhorn
HastaLauterbrunnen
Distancia29 km
PuertosGrosse Scheidegg, Kleine Scheidegg

Tras la tormenta de la noche previa, la mañana es freca y limpia. Toma topicazo pero es que era así. El Wetterhorn sigue ahí.

Amanecer en el Wetterhorn

Via Alpina 1, Etapa 5: Engstlensee a pie de Wetterhorn

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DesdeEngstlensee
HastaPie de Wetterhorn
Distancia33 km
PuertosNinguno

Menos mal que acampé bajo árbol, ¡los Alpes son un sitio sorprendentemente húmedo! pero amanezco con el toldo casi seco y sin haber tenido que transigir en panoramas.

Amanecer en el Engstlensee, Jochpass al fondo

Via Alpina 1, Etapa 4: Brüsti a Engstlensee

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DesdeBrüsti
HastaEngstlensee
Distancia36 km
PuertosSurenenpass, Jochpass

Nueva mañana de cielo despejado con la diferencia de que, esta vez, no tarda tanto en llegarme el sol como en días anteriores, es la primera vez que paso la noche en zonas altas. Por la misma razón, en esta ocasión no he tenido condensación y todas las operaciones de campamento resultan muy cómodas. Surenenpass sigue ahí y es mi próximo hito.

Trailstar en el prado, Surenenpass al fondo

Via Alpina 1, Etapa 3: Urnerboden a Attinghausen y más allá

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DesdeUrnerboden
HastaBrüsti - Attinghausen
Distancia33 km
PuertosKlausenpass

Por la mañana, y como era de esperar, todo está empapado y tengo que levantar campamento mucho antes de que empiece a dar el sol así que meto en la mochila un montón de cosas mojadas y una buena excusa para un descanso, más adelante, cuando el sol caliente, para secarlo todo.

La localización no es precisamente idílica, demasiado cercano a zonas habitadas y una pequeña instalación industrial, pero el valle es bonito y merece foto de campamento:

Amanecer en Urner Boden

Via Alpina 1, Etapa 2: Elm a Urnerboden

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DesdeElm
HastaUrnerboden
Distancia42 km
PuertosRichetlipass

El amanecer es oscuro dentro del bosquete de coníferas en el que he acampado, a las afueras de Elm. Cruzo el pueblo ya de día pero aún mucho antes de que el sol aparezca por encima de las montañas. Tengo las piernas machacadas de los esfuerzos del día anterior, algo muy típico del inicio de ruta, cuando el cuerpo aún no está acostumbrado al nuevo ritmo de vida. Estiré, estiré y estiré para minimizar daños pero hasta ahí pude llegar. Me cuesta ponerme en marcha pero, una vez calentados los músculos, puedo caminar con bastante dignidad.

Amanecer en el bosque

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