El PCT es una ruta profundamente remota, desde un punto de vista europeo, al menos. Muy poca gente y, la poca que hay, invariablemente equipada con una buena mochila y pertrechos para varios días. Salvo en puntos concretos, no es habitual encontrar otra cosa que no sean senderistas multi-día. Ni excursionistas, ni escaladores, ni ningún otro bicho habitual en las montañas en Europa.