Si antes de salir de casa tenía esa sensación de «no quiero ir», como en el primer día de escuela, era principalmente gracias a esta sección y la incertidumbre que la rodeaba. Sabía muy poco de lo que me iba a encontrar y sabía muy poco de lo que eso significa en el ártico. Pero tenía que ir.

Nordkalottleden existe en el terreno (ahora ya lo sé). Metro cero