Despedida con estilo

Mi pequeño purgatorio acabó convertido en una nostálgica, interesante y extremadamente agradable experiencia. El buen tiempo retornó justo a tiempo de dejarme un sabor de boca del sendero más próximo a la realidad de estos cinco meses que a las agonías de las dos semanas previas. Lo mejor y, a la vez, lo más emotivo, el encuentro con la ristra de thru-hikers que, con una sonrisa puesta, van acercandose al objetivo soñado. Muchos viejos amigos a quienes decir adiós.