LugarRocosas de Canadá
ÉpocaAgosto
Distancia115 km
Duración8 días

El parque nacional de Yellowstone es un lugar muy especial. Fue, allá por el final del siglo XIX, el primer lugar del mundo que ostentó dicho título. En pleno corazón de las montañas Rocosas, su singularidad radicaba, por entonces, en esa bolsa de magma inusualmente próxima a la superficie que provocaba, al igual que lo sigue haciendo hoy en día, una de las mayores concentraciones de fenómemos geotérmicos de todo el planeta.

Valle Hayden y río Yellowstone

Esta declaración como zona protegida contribuyó a convertir Yellowstone en una isla de fauna donde búfalos, osos, grandes cérvidos y otros muchos animales tan amenazados por la presión humana se encuentran más o menos a salvo.

Estas dos circunstancias, fauna y actividad geotermal, han dado a Yellowstone fama mundial y han contribuído a convertirlo en destino turístico de primer orden, redondeando esa paradoja tan habitual en nuestro mundo civilizado según la que contribuímos a destruir aquello que queremos proteger. Yellowstone es parque nacional y es también, para mucha gente, parque temático, zoo al aire libre y centro comercial. Es, asímismo, la puerta a la naturaleza para tantos seres humanos tan urbanizados que han olvidado que este y otros sitios como este fueron una vez su hogar, aunque me temo que pueda más aquel sentimiento que este.

Nosotros llegamos a Yellowstone atraídos por sus singularidades, advertidos contra sus masificaciones y alentados por el hecho de que la inmensa mayoría de sus visitantes no se alejan más que unas decenas de metros de las carreteras y que, más allá, nos aguarda todo un mundo de nuevas experiencias. Por supuesto, a pie.

Búfalos en el valle Hayden