This entry is part 2 of 8 in the series Via Alpina 1
DesdeElm
HastaUrnerboden
Distancia42 km
PuertosRichetlipass

El amanecer es oscuro dentro del bosquete de coníferas en el que he acampado, a las afueras de Elm. Cruzo el pueblo ya de día pero aún mucho antes de que el sol aparezca por encima de las montañas. Tengo las piernas machacadas de los esfuerzos del día anterior, algo muy típico del inicio de ruta, cuando el cuerpo aún no está acostumbrado al nuevo ritmo de vida. Estiré, estiré y estiré para minimizar daños pero hasta ahí pude llegar. Me cuesta ponerme en marcha pero, una vez calentados los músculos, puedo caminar con bastante dignidad.

Amanecer en el bosque

Elm es poco más que una doble fila de edificios a lo largo de la carretera que sigue el valle. La Via Alpina cruza el pueblo y empieza inmediatamente a subir por la ladera de enfrente por un laberintillo de pistas asfaltadas y caminos que atrochan los zigzags hasta llegar al piso de arriba. Aquí, la pendiente se tumba y la ruta prosigue a media ladera en una panorámica travesía por las alturas del Sernftal y con el paredón del Hausstock cerrando el horizonte.

Totalmente suizo

El monte Hausstock cerrando el valle

Vista atrás: Elm abajo, Foopass arriba, al fondo

Vista atrás: Elm abajo, Foopass arriba, al fondoPaso por el berghaus Obererbs, hasta donde llega una pista asfaltada con servicio de post bus. Es domingo y los sucesivos viajes del bus traen oleadas de paseantes y turistas.

El Postbus por las alturas de Obererbs

El sendero se queda mucho más tranquilo pasado Obererbs en dirección a Richetlipass. La aproximación al puerto es súper bonita, especialmente en la última sección, en la que la ruta pasa por encima de una arista secundaria para caer a un gran circo herboso. Richetlipass es visible enfrente. Abajo, un refugio guardado y un montón de ganado.

Richetlipass

Cola al viento, la vaca más guapa del prado

Richetlipass es muy panorámico, con vistas diferentes en cada lado. Hacia el oeste, adelante, tiene un descenso empinado e ininterrumpido hasta el fondo de un valle profundo recorrido por un torrente glacial. Es una de esas escenas de montañas grandes que me recuerdan que estoy en los Alpes. La pega de tal geografía es que costaría mucho encontrar un sitio plano para acampar en altura pero, en esta ocasión, no importa, no hace falta, aún es mediodía.

Richetlipass

Vista al oeste desde Richetlipass

Una vez abajo, en el valle, la ruta toma una pista que llega hasta una granja Alp y que sigue aguas abajo hasta desembocar en el valle principal y Linthal. El mejor panorama está mirando hacia atrás:

Postales de montañas grandes

Para cuando llego a Linthal, es media tarde, hace mucho calor al sol, tengo los pies cocidos y todo el cuerpo machacado, que es su forma de pedirme descanso. Encuentro una fuente a la sombra, meto los pies en el pilón y me tomo una hora entera para recuperar chispa. Linthal está taciturno, más o menos como yo.

Linthal

La ruta repite jugada, cruzando el pueblo y empezando a subir por la pared de enfrente aunque esta vez lo que pretende no es remontar valle por las alturas sino meterse en un valle lateral con confluencia abrupta. Pasado el talud, el sendero emerge en Urner Boden. Es ya última hora de la tarde cuando alcanzo una vista plena del valle glacial, una U perfecta, recorrido por una carretera, con granjas y prados a los lados. Al fondo, el pueblo Urnerboden, situado en un pintoresco promontorio boscoso. Al fondo del todo, el siguiente puerto, Klausenpass, con el sol poniente dispuesto a arruinar cualquier foto hecha sin filtros degradados.

El valle Urner Boden, vista al oeste hacia Klausenpass

Planto tienda en penumbras, no muy lejos de alguna granja pero sí del pueblo, en un intento de mantener la discreción. No hay muchos árboles en este lado del río así que no puedo buscar su protección y me veo condenado a un festival de condensación, que ya se nota en el ambiente en cuanto la temperatura empieza a bajar. La próxima va a ser una mañana muy húmeda.

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